Brienzer Rothorn

Por fin, con cámara de fotos portátil (que no es mi celular barato) pude hacer un trecking como debe ser: con evidencia! El destino fue el Brienzer Rothorn. Tiene doble nombre porque algún otro Rothorn debe haber, así, este, el de Brienz, es al que vamos. Lo gracioso del caso es que Brienz y su lago, el Brienzersee (el mismo que sale de Interlaken) no los vamos a tocar en ningún momento del paseo; pues es por detrás que a esta montaña llegamos: un pueblo llamado Sörenberg. Suena noruego, pero es suizo. A este pueblo solo se llega en un bus de la Post. Un sistema de bus que solo da pérdidas económicas pero que son necesarios para el transporte hacia los pueblos donde los habitantes son tan pocos, que poner un tren no es rentable.

La ruta es llamada Steinbockweg y teóricamente es una ruta alpina donde se pueden encontrar Steinböcken (unas cabras de los alpes con cuernos largos). Animal que he tratado de encontrar, sin éxito, en muchas de las rutas ya realizadas.

Cómo ya sabíamos que iba a llover por la tarde, nos brincamos el principio, tomamos una góndola y desde Rossweid comenzamos la ascensión. En algún punto, la subida se volvió durísima y, obligado a ayudarme con las manos, comencé un ascenso de unos 800 metros que le saca la leche al más guapo (pendientes de 50%). El ascenso toma unas 3 horas y termina en la cuchilla de una montaña que, hacia un lado muestra panorámicas del Brienzersee, Interlaken y alrededores, con las montañas desde Gotthard hasta Bluemisalp con el Eiger, Monch y el Jungfrau incluido; hacia el otro lado, se ve todo el valle de Sörenberg y otras montañas a las que no me les sé el nombre.

Por esta cresta se debe caminar (da vertigo y todo) hasta llegar al Rothorn (el cuerno rojo).

Todo horn es una cumbre rocosa siempre con una antena, un restaurante y una estación de tren o teleférico. Este tiene ambas. Desde Brienz se puede llegar en funicular; desde Sörenberg se llega con teleférico. En estos vehículos llegan los grupos de chinos y demás turistas a tomar fotos del paisaje para, dos horas después, bajar hacia alguna ciudad/pueblo. Nosotros nos quedamos pues el restaurante también es hotel y hostal al mismo tiempo. Cómo el día es el primero de agosto, la fiesta nacional suiza, hay una cena en el restaurante dónde al ritmo de folk suizo tocado con organeta, contrabajo y dos acordeones (no es bueno) y comida típica suiza, se puede ver al atardecer con una vista panorámica de 360 grados. Ah, por la noche el famoso Steinbock se hizo ver y, pastando bajo el restaurante, una mísera y mala foto le pude tomar.

Empezando el camino

Comienza a subir un poco

Ovejas resguardándose del sol

Una de las partes que es durísima

Camino sobre la cresta

Estación de funicular. Al fondo el Rothorn

Atardecer alpino

Un Steinbock

Eiger, Monch y el Jungfraujoch (y gente tomándoles fotos)

La banda de folk se fue a ver el atardacer

El siguiente día, fue el del descenso. Strava dijo que eran 20 kilómetros, pero la verdad es que son menos. Igual lo que importa es que toma el día entero y llega uno a Sörenberg medio muerto, con sed y dolor de pies, más depresión, pues el viajero que vive en Basel, necesita aún unas 3 o más horas para llegar a la casita!

El descenso comienza por las mismas crestas que dan vértigo y se siguen viendo los mismos paisajes. Todo es lindísimo. Se baja el Rothorn y se sube el (otro pico) y por el zwischenegg se pasa por el Höch Gumme para terminar en un restaurante con buena vista llamado Bärghuis Schönbüel. Desde esta casa se deja la cresta rocosa y se adentra uno a los bosques, todo en bajada, después se pasan por unas praderas, después otros bosques para terminar a lo largo de una quebrada en tierras pantanosas. Aquí la llaman Moor.

Siguiendo la quebrada, unos 3 kilómetros después llegamos al puesto del Post de Sörenberg, para comenzar el retorno.

Interlaken al fondo y el Brienzersee abajo

Vista panorámica desde el Rothorn

Vaca suiza con su campanita (es una crueldad)

El Eisee

El camino, por un lado vista de lagos, por el otro, un valle

Rothorn al fondo. El camino caminado

El camino por caminar

Un pedazo de hielo que inexplicablemente se niega a derretirse a 20-30 grados!

Señalización montañesa

Descenso al valle de Sörenberg

Caminito por las praderas

Caminito por el bosque

Caminito por el pantano (Moor)

5 thoughts on “Brienzer Rothorn

  1. Genial esos paisajes invita esta aventura a seguirla y programar hacerla; cuánto tiempo presupuesta el total del viaje?

    1. Imaginate todo el día, toda la noche, todo el año teniendo una campana sonando en el cuello. Ahora, imaginate vos rodeada de otras 30 personas con su campana sonando todo el día, toda la noche, todo el año. Creeme; te enloquecés!

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