Dos noticias buenas y una mala (Tomo I, 1/2 Buena)

La tradición indica que primero va la buena y despues la mala; pero como en este caso tenemos dos buenas, pues variaremos un poco y lo haremos intercalado: primero felicidad, después tristeza y por último, para que la entrada del blog no deje deprimidos a los lectores, se dejará para el final la otra positiva.
Así, para empezar, el motoneto ya tiene en sus manos un lindo permiso para quedarse en brasil unos tres meses más; la moto también lo tiene para la misma fecha, entonces se puede decir que brasil será recorrido sin contratiempos burocráticos; o por lo menos, los policias corruptos que me encuentre en el camino tendrán varios papeles menos por los cuales me puedan joder.
Sacar el permiso no resultó una cosa tan divertida como se pensaba al principio, bueno, rectifico; nunca se vió como divertida, pero si fácil; pero los entuertos burocráticos, la falta de información y el mismo desconocimiento por parte de los funcionarios complicaron un poquito las cosas hasta el punto de tener que contarles una mala noticia; pero esa la dejamos para un poco despues. Primero, lo primero: como es el trámite.
Yo, el poseedor del pasaporte debo ir a la policia federal, quien es la encargada de los asuntos migratorios. Ella, la moto, poseedora de nada, pero necesitada de un permiso de transito temporal debe ir a la receita federal, que no es otra cosa que la hacienda, o sea, impuestos y aduanas entre otras cosas, pero solo nombro estas dos porque son las que interezan para el caso.
Averiguando, averiguando, resultó que el trámite en la policia federal era bastante fácil, solo tenía que ir allá con el pasaporte, el papel de entrada y una grande sonrisa y las cosas saldrían de una.

Si, pero no, las cosas si son así, pero no tanto… todo radica en saber cual de las oficinas de la policía federal es la que yo tengo que acudir. Cómo la moto no puede hacer las vueltas, las tengo que hacer yo; así que también las averiguaciones iban a la par, con la sola diferencia que para ella había que buscar la oficina de la receita donde se hacía trámite deseado.
Primero, receita federal en ipanema; no, acá no se hace, debe ser en el centro en la avenida antonio carlos… una vez en la dicha avenida, resulta que el edificio, gigantesco por cierto, es nada más y nada menos que el ministerio de hacienda. Donde queda la oficina que … bla bla bla? Si, es acá, pero ya cerramos, venga mañana!
Al siguiente día, despues de mil rodeos, mil preguntas, mil funcionarios, mucho portuñol, muchas señas y varias veces la historia del viaje, se llegó a la oficina correcta.
No señor, no es acá, es en la praca Mauá y allá mismo está la policia, así que vaya allá y tendrá su permiso. No necesito nada?, no solo lo que usted me mostró… (sonrisa, cuento completo, pasaporte, papel entrada moto, papel entrada yo, matricula moto) pero… el pero que nunca falta; primero deberá hacer usted la prorroga de su permiso de turista para que nosotros le prorroguemos la moto. Lo más importante es que usted lo haga con tiempo porque sino, nosotros no podremos darle su prorroga.
Paseo a praca Mauá, que queda en la futura villa olimpica y más o menos es la parte mas alejada del centro y… se llegó tarde, venga mañana.
Se volvió, no, acá no es, es en galeao, el aeropuerto internacional que queda a una hora y piquito de distancia. Al otro día en Galeao, se encuentrá la oficina despues recorrerlo todo y…
Me acuerdo hace mucho tiempo en francia, tenía que volver de emergencia a colombia, para eso, tenía que pedir un sello que ya no me acuerdo cómo se llamaba, pero era para poder volver a entrar una vez más al país a la semana siguiente. La fila era en la prefecture y todos los clientes eran arabes y yo. Ya se sabe que los inmigrantes no son precisamente las personas más bienvenidas del mundo en una oficina de imigración, así que yo con mi urgencia (la de volver a colombia rápido) no hacía sino mirar como trataban a todos los que iban por delante de mi. En esa oficina se acumulaban dos sensaciones horribles; por un lado, el sufrimiento enorme por mis problemas que me obligaban viajar y por el otro, el desespero absoluto para obtener un miserable sello. El sello que necesitaba se demoraba 20 días, pero yo lo necesitaba para ya! De todos los funcionarios que atendían ese día, había una y solo una persona que sonreía y que parecía no poner trabas a quienes acudían a ella. Que me toque esa, que me toque esa, imploraba mientras iban pasando los numeros (muuuy lentamente).
Me tocó, en efecto, resultó lo que yo quería. Puso mi pedido como urgente y a los 5 días recibí el tan deseado sello.
En este caso fue todo lo contrario; Que no me toque, que no me toque!
El funcionario en mensión, es basicamente el prototipo o estereotipo de funcionario que vive de su sueldo, más no de su trabajo. No quería trabajar, así de simple!
Marcio, ese es su nombre, bosteza bastante, se para mucho para hablar por celular; siempre llendose de la oficina, y su mayor interes es seguir los chistes y bromas de los demás funcionarios que si trabajan pero conversan bastante. Cómo al parecer no tiene dotes de humorista, sus acotes a las conversaciones ajenas se quedan en el aire; siempre ignorados. Eso no es un impedimento para no seguir haciendo nada, que, habalando de aptitudes laborales, es lo que mejor hace.
Chefi (viene de cheff, en frances significa jefe; en portugues también, pero le añaden la “i” porque son incapaces de pronunciar una consonante al final sin añadirsela) me recibe y resulta que debo ir a un banco en el sotano del aeropuerto al final de la terminal para pagar, pero primero debo ir a un café internet a registrarme con un numero que el me dió.
Voy al café internet y resultá que en brasil pasa lo mismo que en colombia: los contratos para softwares logísticos y redes de informática son siempre ganados por quienes nunca tienen la infraestructura para regirlos, es decir, los ganan los amigos del contratante; para ponerlo en otros términos, su plusvalía como oferente radica en que es amigo de alguna persona y no porque sepa o pueda hacer el trabajo. Es así, que termino en el café batallando con una página que solo abre en el internet explorer, o sea, el más malo y lento que, para empeorar las cosas, está caído. Tan raro! Mientras la muy amable garota del café hace el update del explorer mi cuenta de cobro sigue subiendo… mejor que se vaya y vuelva más tarde, me dice ella. Media horita despues, la página me decide aceptar y con una hoja impresa, sigo a la loteria en el tercer piso que según la garota es más rápida y fácil. Ni lo uno, ni lo otro… Nao tem sistema! entonces al banco en el otro extremo de la terminal para la que hay que bajar y volver a subir al otro lado.
Una hora para 3 clientes… Otra vez en la oficina de migración, chefi me ve y grita, Marcio, depois ele. Me señala para que Marcio me reconosca y me muestra unas sillas donde debo esperar. Nooooo, grito yo en mi interior, me va a tocar justo el que no trabaja! Noooo, grita el en su interior (lo delatan sus ojos, expesión facial y mueca de disgusto) me va tocar trabajar?!
Como sé que estoy alargando mucho el cuento, lo resumo: Fui el último en salir de esa oficina. Tan último, que ya las puertas estaban cerradas (y eso que llegué a las dos y despues de mi llegaron por lo menos unos 50 clientes).