Basler Rheinschwimmen

En los periódicos del metro aparece como el Basler Rheinschwimmen, que no es otra cosa que nadar en el Rin en la ciudad de Basilea. Eso no tiene nada de especial, pues una vez sale el sol y las aguas del río son de un frío tolerable, media ciudad se vuelca hacia el río; sea para asolearse, sea para nadar. El Basler Rheinschwimmen aparece en la prensa local, no porque es una actividad que se hace todo el año, sino que es un día en específico (ayer), el día oficial de nadar en el Rin. En esta ocasión media ciudad ya no se asolea sino que, en metódica procesión sale para el Rin a nadar aguas abajo.

Basilea es el último (o primer) puerto del Rin, así que el río tiene cargueros pasando todo el tiempo por la ciudad pero, como hace unos 20 años las aguas fueron limpiadas lo suficiente (como para uno ver peces en las orillas) la gente empezó a nadar. En vez de prohibir esto, lo que hicieron fue organizar el tráfico, por lo tanto los cargueros que van río abajo van por el lado de gross basel; los que van río arriba, van por el medio y, por el lado de klein basel, está el espacio para las canoas y nadadores. Vale la pena aclarar que las únicas canoas admitidas son las de los clubes oficiales de remo (que no usan un remo sino un garfio, y no aceptan nada que flote que no sea la tradicional canoa suiza: una scapha) y si acaso usted llega con un kayak propio, en cinco segundos la policía lo saca del agua con una linda multa en su haber.

Todo nadador lleva una mochila impermeable que flota y adentro contiene todos los objetos personales. Si acaso se desea flotar en un neumático o en uno de esos unicornios que están tan de moda, igual la policía aparecerá y la dicha acabará. La disculpa es la seguridad, pues el río es compartido con cargueros. La realidad es que sí, les preocupa la seguridad, pero también está el componente tradición, cosa bastante fuerte por estos lados. Es bien posible que la gente prefiera un kayak o un unicornio a remar con un tenedor una scapha, así que para protegerlas del tiempo, prohiben todo lo demás! En el Aar si se puede ir en botes inflables, ahí no se comparte el tráfico con ningún barco motorizado.

Gráfico para nadadores

Basel tiene cinco puentes. En el primero se encuentra el museo Tinguely. Bajo este hay una “playa”; es desde ahí que comienza el paseo náutico – la gente se puede tirar al río desde donde quiera, pero este es el punto de entrada de preferencia –, aunque el paseo de verdad comienza mucho antes. Lo que realmente se ve es una procesión de personas, en chanclas o muy vestidas, pero con su mochila impermeable al hombro, caminando por klein basel desde el oberer rheinweg hacia Tinguely. El camino es largo, unos 2 kilómetros, y digamos que comienza en una especie de rambla costanera desde el mittlerebrücke. Pasado Wettsteinbrücke se convierte en una acera con playas al lado del río, y, llegados a Roche (la farmacéutica), se convierte en un parque hasta llegar a Tinguely. Aquí todo el mundo se desviste, pone sus cosas en la mochila, la enrolla y se tira al agua, ojalá en grupos (casi siempre son combos de amigos o familias). En el caso de quien esto escribe, el proceso de entrar al agua lo hace a gritos, escándalo y juramentos de jamás volverlo a hacer porque el agua está friísima – es de notar que los nórdicos son completamente insensibles al frío; cuando el agua es tolerable, se quejan porque no refresca!

“Rambla” al lado del Mittlerebrucke

Camino por Wettstein

Camino por Roche

Cafetería de Tinguely y acceso a la playa

Gente cambiándose y metiéndose al agua en la playa de Tinguely

Una vez en el agua, hay dos posiciones a tomar: abrazar la mochila flotante o dejarla flotar al lado y, con nadadito de perro, flotar todo el trayecto. La gran mayoría de gente se va hasta los alrededores del mittlere brücke, porque se pueden asolear un rato y volver a Tinguely. Otro tanto se va hasta las ramblas entre el Mittlerebrücke y el Johannitebrücke porque es donde más se asolean, están las más bonitas con los bikinis más pequeños. Los restantes siguen hasta el Dreirosenbrücke que también tiene sus ramblas retaqueadas pero normalmente es de gente que va directamente hacia ellas a pie o en bicicleta, pero no nadando; porque desde el schwarzwaldbrücke (el de Tinguely) hasta el Dreirosenbrücke son tres kilómetros los que hay que nadar – flotar – y eso no es para todo el mundo.

Cómo ayer era un día especial, la cantidad de gente nadando era extraordinaria. Hace dos semanas, cuando el que era extraordinario era el calor, también se veía mucha gente (sobretodo en las playas), pero normalmente lo que se ven son grupos, aquí o allá, nadando por el río sin mucho escándalo. En los puentes de la ciudad siempre hay turistas tomándole fotos a los nadadores.

El puente que se ve, es el Schwarzwaldbrucke. Entre la torre de Roche y el puente está Tinguely y su playa.

A la izquierda las playas de Wettstein

El Mittlerebrucke

Wettsteinbrucke al fondo. Las “ramblas” a la izquierda

Las playas al lado del Mittlerebrucke (no son playas)

Las playas del Johanitebrucke (no son playas)