Tratado sobre la psicología mecánica y la filosofía de la reparación pasiva

Es frecuente la pregunta, “y cuando se varó que hizo?” la respuesta, siempre coloreada por las historias sobre cómo y dónde fueron los percances, fue invariable… nada! Si, así como lo leen, el motoneto nunca hizo nada; no porque fuera perezoso, sino por la simple casualidad que no tiene idea de mecánica. Todas las nociones de ésta, se reducen a cambiar aceite, pastas de frenos (de adelante) quitar la bujía, volverla a poner, y la ciencia siempre imprecisa de la aplicación y manejo de la silicona y la ducktape. Pero si hablamos de mecánica propiamente dicha, de eso, como nada se sabe, nada se hizo.

¿Cómo hizo la moto para hacer 40.500 kilómetros y llegar? Todo se debe a buena actitud, se responderá; ¿pero cuando se varó que hizo? Se volverán a preguntar… todo se debe a la psicología mecánica, método hasta ahora sin bautismo, pero muy utilizado por cuanto necesitado haya en el mundo.

Para hacerlo solo se necesita una caja de cigarrillos, una candela, ojala una sombrita, cerveza si hay por las cercanías y una actitud indiferente o autista si se da el caso.

Todo se reduce a ignorar la moto y la situación misma en la que se encuentra. La forma más sencilla es simplemente prender un cigarrillo, sentarse al lado de la moto y esperar. También se puede, si se está en zonas civilizadas, ir a la tienda más cercana pedirse una cerveza, fumarse el cigarrillo y esperar. Esperar que? Lo mínimo; que la moto recapacite sobre su mal comportamiento y que con solo la actitud de reproche, simbolizada en el acto de no hacer nada, y la muestra notoria de que no se accederá a sus peticiones, simbolizado en el acto de fumar; la moto entenderá que así no se comporta uno en un mundo civilizado. Si tiene la madurez necesaria para comprender esto, se arrepentirá y comenzará a funcionar una vez el cigarrillo se acabe y el piloto presione el start. Formas de recapacitar muy frecuentes cada vez que la moto se cayó o la tumbaron. Si por el contrario no hubo la reacción esperada, se debe reconocer que ella está en uno de esos días; para eso se debe prender otro cigarrillo, pedir otra cerveza y esperar. Esperar que? Que pase algo…

Casi siempre ese algo es un alguien que por cosas de la vida tiene algo, aparte de amabilidad, puede ser una camioneta para montar la moto encima, las herramientas necesarias para arreglar el daño, tipo un soldador, además de los conocimientos que el motoneto no posee. En fin, siempre que la moto se vare, lo único que se debe hacer es esperar, o si la cosa parece grave, hacer la típica reparación del ignorante: desarmar y armar; muchas veces el hecho de mover tornillos y tuercas sin razón alguna son motivo para que la autoestima y necesidad de ser amada de la moto sea satisfecha.

Todo es pura psicología, una vez ella decide que no la están mirando lo suficiente, se rebela y como en estos casos no estamos en el lugar donde se puedan comprar flores o chocolaticos, toca utilizar las técnicas de la psicología mecánica: Reprobar, ignorar y si no funciona esperar la ayuda de un terapeuta, sea certificado o cualquiera con buen corazón que pare para ayudar en tan difícil relación de pareja.

Es por el uso de la psicología mecánica que la filosofía de la reparación pasiva es tan efectiva, todo se trata de razonar o hacer razonar como un adulto responsable; si eso no funciona, siempre habrá un cigarrillo y una cerveza a la mano para pasar tamaña decepción.

2 thoughts on “Mantenimiento

  1. Oye primero que todo déjame decirte que eres lo máximo eres grande amigazo y no solo por recorrer Sudamérica en moto si no por que lo hiciste en una BWS y eso me enorgullece como poseedor de esas motos… Se demostró que este tipo de scooter también se puede viajar a largas distancias..

    Disculpa me puedes responder a mi correo necesito una respuesta que solo tu me la puedes dar…

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