La caminada de hoy fue larguísima. Incluía la marina, el famoso hotel con una canoa encima y generalizando mucho, toda a parte financiera y lujosa de la ciudad. Cuando ya simplemente no podía dar un paso más, y las primeras ampollas del paseo aparecían en los pies, debido al olvidado uso intensivo de la havaiana, me metí a un museo de la historia del sudeste asiático; porque no se puede entender a Singapur sin entender a esta region (a la cual pertenece), a la India y a la China. Singapur es una ciudad estado multicultural, poblada en su totalidad por inmigrantes, estando en primerísimo lugar los chinos, seguidos por los indios, malayos, árabes – aunque se pueden confundir con los indonesios, que son musulmanes –; y por ultimo, occidentales, entre ellos, los que más noté fueron ingleses, gringos y franceses – casi todos con una tailandesa de novia; son las más bonitas –. Aunque por la locación se tendría a creer que Singapur debería ser malaya, en la practica es una extension más de la china. Los avisos públicos aparecen en inglés, chino, hindú y malayo. Ante falta de espacio o tiempo se usa el inglés como lengua neutral. Cosa que los turistas como yo, agradecemos de sobremanera.
Al ser los chinos la mayoría de los habitantes de esta ciudad, lo que más se oirá en la calle serán los gargajeos. Practica bastante común de los provenientes de la china. En Hong Kong se oye un poco menos debido a la elegancia y distinción de sus habitantes pero es muy presente en los inmigrantes de lo que ellos llaman mainland, es decir, la China continental en sí. Acá, aunque riquísimos, no son tan refinados como los hongkoneses así que gargajeos a diestra y siniestra se oirán. En el mundo chino, Hong Kong es la elegante, sofisticada y cosmopolita, Singapur, rica y cosmopolita. Hong Kong es más occidental, Singapur más asiática. Para Hong Kong, los chinos son unos montañeros nuevos ricos, para Singapur (chinos aislados entre malayos e indonesios) les produce cierto orgullo pertenecer a la raza china y poder constatar el reciente poder y riqueza de la madre patria. No parece existir tal cosa como un orgullo nacional singapureño… aparte de la satisfacción de ser una ciudad tan organizada y rica. Los ciudadanos de Singapur se sienten chinos si su ascendencia es china, indios, si es de la india, malaya, si es de malasia y así sucesivamente.
Singapur hace 200 años era una aldea de pescadores malaya. Por cuenta del colonialismo inglés se convirtió en un puerto importantísimo a nivel mundial, habitado mayoritariamente por comerciantes chinos. Son conscientes que como nación no eran nada, pero – esto es gracioso – para darse importancia milenaria, utilizan su situación geográfica en el estrecho de Malaca como vital para el comercio mundial desde las dinastías tang, ming y los imperios persas y árabes, cuando en realidad, quien era importante durante todo este tiempo – por desde esos milenios ya existía – es la propietaria del nombre del estrecho: Malaca.
La gente no tiene ninguna libertad política. Hay avisos muy explícitos que indican que rioting da 10 años de cárcel. En regímenes politicos cerrados, cualquier oposición puede ser catalogada como rioting (se me olvidó la palabra en español). Eso sí, tienen una libertad económica y educativa total, además de tener todos los servicios sociales garantizados. Es decir, mientras no se pretenda subvertir el poder, un sigapureño promedio tendrá su vida garantizada. Vale la pena aclarar que el estado no es corrupto y sus medidas están enfocadas en el bienestar de la población – y en los intereses de los oligarcas, claro esta – así pues, este estado nación es una especia de oligarquía o patriciado.Es un estado super paternalista que avisa y previene por todo, llegando hasta cotas realmente exageradas. Todo viene con recomendaciones y prohibiciones que deben ser acatadas, so pena de alguna pena, valga la redundancia.
Como el país es de reciente creación, todos los edificios (incluyendo los viejos) son nuevos. Ya lo verán en las fotos.