Ésta vez si me desperté a tiempo y sin problemas. Aproveché la madrugada y antes de las 11am estaba en las ruinas de chan chan cerca a Trujillo. Como ayer, el camino fue todo desierto con ciertos parches verdes que son lo que le han ganado los peruanos al desierto a punto de riegos artificiales y mucho ingenio; los agrónomos peruanos deben ser bastante buenos (y los inversores, bastante generosos) para poder lograr cultivos gigantescos en pleno desierto.
Chan chan son las ruinas de unos templos de unos indios preincaicos en más o menos buen estado (recuerden que el templo fue construido en los años de upa, y si todavía está en pie es porque acá llueve como una sola vez al año), el tamaño del templo es considerable y le lleva al turista 1 hora visitarlo y como al final de esa hora es la hora del almuerzo, me fui para el centro histórico de Trujillo a comer.
El centro es pequeño y bonito, todos los edificios son de uno o dos pisos, no se vé tan espectacular por ser edificios bajos pero es adentro donde se ven verdaderas joyas; el único problema es que son casas privadas (como para variar bancos bbva, scotia o clubes privados). Igual creería que es mejor el centro de cuenca aunque no se decir porqué; algo si es cierto, el nivel de ruido de la ciudad está en límites de lo insoportable: todo el sur de ecuador y el norte de Perú pitan todos los carros como locos sin razón alguna, pero Trujillo bate records! Solo lo recomiendo para una tarde, que es lo que creo aguanta uno antes de que le dé dolor de cabeza (ojo, esto lo dice alguien, que como sus amigos lo pueden corroborar, es completamente sordo!)
Almorcé en un restaurante bastante bueno y allí fue donde decidí quedarme a dormir. Las razones para esta decisión son 4: el número de personas que categóricamente me recomendaron no dormir en Chimbote, que al parecer es una ciudad poco amable para el turista y que además, éste es la victima preferida de los ladrones locales.
Busqué un hostal, encontrándolo bastante temprano (a las 2). Como me quedó bastante tiempo, recorrí el centro hasta que me salieron ampollas en los pies; todo este tiempo estuve buscando una lavandería y la vine a encontrar como a las 4. Mañana, ya con ropa limpia y muy madrugado, debo salir rumbo al cañón del pato omitiendo Chimbote y preparándome para aguantar frío otra vez. Esta es la prueba de fuego para la moto: vamos a ver si aguanta trocha larga sin desbaratarse.
Hermoso!
Lucio, que pueblito tan lindo, todo colorido. Las fotos están hermosas!