Día 213 Maceió – Recife – Bitácora del Motoneto

Y el cultivo de caña sigue hasta Recife. Esta vez me fui por una vía alterna para parar en porto galhinas; me lo habían recomendado mucho y para ser sincero no le vi nada especial aparte de estar lleno de gente. Su gran atractivo consiste en una barrera de corales muy cercana a la playa a la que se puede ir caminando si la marea está baja o en unos botecitos igualitos a los que se ven en Maceió para navegar a unos pozos que se forman en la barrera de corales.
La gente va allá porque es conocida pero al sur hay mejores playas, con la misma barrera de corales pero sin gente. Es de notar que a los brasileños les encanta estar entre personas, así una playa gigantesca tendrá a todo el mundo en una sola esquina, y es por eso que si uno encuentra algún lugar bueno para estar con los amigos rapidamente empezará a llegar mas personas para hacerse ahí, así haya espacio por todo lado. Es por esto que todos van a ponta galhinas cuando hay mejores playas mas abajo.
Una vez en Recife, me fui para Olinda que es parte del area metropolitana de recife aunque es en teoría otra ciudad. Es viejita, es un morro y se parece un poco al pelourinho de Salvador. (sigue siendo mejor salvador). Despues de Salvador y Rio, viene recife y olinda con su carnaval. Lo que me cuentan es que a la 1am se apaga todo y nos vamos para la cama; algo que sería inconcebible en rio en salvador.
Olinda amerita la caminada, la gente es muy amable y aunque el acento lo pone a uno en dificultades para comunicarse, al final se entenderá todo (o casi).
No faltaba decir que el calor es insoportable, y uno de verdad no necesita hacer pipi, para que, si todo se suda