Primer día de descanso, madrugué a hacerle mantenimiento a la moto, pero quedé encerrado en el hostal porque la dueña… no estaba. Después de, óigase bien… Bueno en este caso, léase bien: una HORA Y MEDIA! de espera salió un argentino con una llave de la puerta, diciendo que la dueña no estaba y que volvía mas tarde. Aproveché el tiempo para meterle una manito a la moto (medí la presión de la llantas, le eché un tolín más de aceite y engrasé una guaya, con la otra no supe por dónde se le podía meter el aceite), como todo parece funcionar bien, no hice nada más.
Iba a buscar otro hostal con gente, para poder salir con alguien por la noche, pero no es sino que terminé con la moto y aparecen una horda de ecuatorianos buscando pieza: resulta que hay concierto de aerosmith y acá en ecuador están como si viniera a cantar britney spears empelota, solo se veía gente en cantidades (muchísimos, y además buscando hostal) disfrazados de metaleros por todo lado, así que apenas vi a la dueña del hostal: – Señora, yo me quedo acá otra noche!
Después de asegurar un cuarto me fui pal centro histórico de quito, que vale mucho la pena y estuve básicamente todo el día dando vueltas por el centro y por la zona rosa que se llama la mariscala; busqué por todo lado a Delfín Quispe, pero no lo vi por ningún lado, esperemos que me lo encuentre en baños o en cuenca para que me dé un autógrafo!
Me acosté muy juiciocito temprano que mañana es la subida al Cotopaxi y la ida a Baños, que por cierto traté de reservar el cuarto por internet pero no se pudo. Mañana veremos cómo me vá.
Luchis, disfruta el Cotopaxi… lloro de la envidia
Lucio, estoy disfrutando mucho con tu aventura.