Hola blog, te había dejado abandonado pero la verdad tenía poco que contar: el último día en New York la pasé encerrado en el hostal. Estaba haciendo tanto, pero tanto frío (-23º) y el viento estaba tan fuerte que me dio pereza salir. A media noche era vuelo para Taiwan y más tarde, una vez llegado a Hong Kong, pude constatar lo que ya sabía de antemano: ¡he perdido un día de mi vida! Pues sí; el Lunes desapareció en el éter y he logrado pasar de Domingo a Martes con la ayuda de 3 solpidems para soportar el vuelo tan largo y cansón (15 horas). Así pues, primera semana de la vida sin el detestado Lunes y por fin, en tierras asiáticas me encuentro.
Lo primero que he hecho una vez he encontrado el hostal ha sido ir por mi primer Dim Sung, la comida al vapor que tanto se ven en la películas!
Ya más informado, les cuento que Dim Sung es el lugar, Dumpligs es la comida.
Hong Kong es bacanísimo, por raro que parezca, le encontré algún parecido con Montreal. En el caso canadiense, era una ciudad subterránea que conecta todo el centro sin necesidad de ver la luz del sol (aunque como ellos bien lo saben, en invierno nada de eso hay). En el caso de Hong Kong, la ciudad queda en un segundo piso. La idea es pasar el centro entero desde la estación subterránea al segundo piso de los edificios sin tocar la acera. Cada edificio (grande) tiene la obligación de hacer un puente que se conecte con los vecinos; así, se pasará por puentes construidos con todos los materiales habidos y por haber, desde la baldosa corona (marca china) hasta elegantes mármoles con columnitas super decoradas o paneles de aluminio super sofistiquis con vidrios esmerilados y blablabla, ya se hacen la idea; los materiales del puente son los mismos del edificio que lo construyó, no del que es conectado.
Otra cosa que tiene de bacano Hong Kong es su tarjeta Oktopus. Es a la vez tarjeta de crédito, pase de bus, metro, ferri, tren, tranvía etc, se compra desde un capuchino hasta un helado en un 7/11 que por acá pululan.
En un principio la tarjeta que compre no era una Oktopus sino una especial round trip para ir y volver al aeropuerto con 72 horas de metro incluidos… por la noche me di cuenta que el tranvía no cuenta como metro. El conductor tuvo bastante paciencia conmigo mientras me explicaba que me iba a tocar pagar con moneditas y que ademas la caja no devolvía. Me demoré tanto buscando las monedas para pagar, que la paciencia del hombre se agotó y con el pago de la mitad del pasaje quedo saldada la deuda si yo me bajaba en el acto del aparato – que por cierto es muy bacano para atravesar Hong Kong por la noche, aunque tome una hora entera –.
Bueno, por último, me fui después del Dim Sung hasta el centro caminando unos 5 a 6 kilómetros con mis relucientes tenis nuevos (los primeros tenis que compro en los últimos 6 años) y resultan que no tienen la misma ergonomía que los anteriores; obvio, hacía mucho tiempo mis pies no sentían lo que era el olor a nuevo. Se me engarrotó el pie izquierdo y ahora cojeo bastante en aceras chinas. Eso sí, con tenis cucas!
Lucio lo máximo! por fa tomá foticos aunque sean de celular para darnos una idea de eso del subterráneo y puentes etc. Que comas muy rico!
Muy bueno,además de monumentos creo q fotos de momentos regionales sería súper.q disfrutes mucho.pp