En cuanto a la conducción en brasil solo les puedo decir que es mas o menos parecida a la argentina, con la diferencia que los motoqueros argentinos acá se llaman moto boys, aunque elnombre difiere el comportamiento es el mismo: son un peligro. Así que mientras se va por las calles brasileñas se debe mirar mucho los espejos para ver por que lado esas bestias se van a pasar… también hay que mirar mucho a los carros que a diferencia del cono sur, son bastantes maleducados, sino hps; no respetan a nadie ni nada, es más, parece que les dieran puntos en su carnet por mojar a los peatones o atravesarseles en la acera. Es importante también esperar unos prudentes dos o tres carros pasandose el rojo antes de pasar por un semaforo.
Es extraño pues los brasileños son realmente simpaticos y educados con la gente, pero a la hora de compartir aceras, ciclovias y calles son de lo mas maleducado que se pueda encontrar; no piden excusas cuando lo chocan a uno ni por que los maten, se atraviesan sin consideracion. En Sao Paulo una señora me quemo la mano con su cigarrillo y ni aun viendome pegar un salto mas que evidente, de su voca no salio la menor excusa, simplemente se volteo y siguio su camino! En el metro no lo dejan salir del vagón por entrar a la brava y si hay que pegar codazos, lo hacen sin consideración alguna.
Las calles, aceras y ciclovías son para los carros, los demás que se jodan; esto es mucho mas obvio en sao paulo que en rio, pero al final el resultado es el mismo; problema agravado por lo largo de las cuadras brasileñas; en los cruces solo un lado de la vía tendrá la cebra, con el problema que el semaforo de peatones es en segundos reducidos mientras que el de los carros es en minutos y además así la vía la tenga el peaton, esto no será en lo absoluto respetado.
Así que para resumir, conducir por las vías brasileñas es igual que por las argentinas, pero caminar en brasil es dificil, a diferencia de chile, argentina y uruguay, donde la gente es super educada y considerada con el peaton, en brasil de eso nada se encontrará, son más bien parecidos a los colombianos, y en su ejemplo más extremo, a bogotá; lo bueno es que sus ciudades son tan buenas que al final a uno se le olvidan los malos momentos que puedan pasar.