Día 220 Fortaleza – Jericoacara, arena

De la carretera no hay mucho que decir; la idea era ir a jijoca de jericoacoara y de allí ir con un buggie o una camioneta al pueblo de jericoacoara que queda en medio de las dunas y no tiene carretera para llegar a menos que se tenga una 4×4. La idea era a medias pues primero tentaría llegar con la moto y si era imposible pues tomaba el transporte y dejaba la moto en algún parqueadero.

Antes de jijoca me metí por una trocha para preá, desvío hecho porque encontré un letrerito que decía que por ahí se podía llegar y una vez en ese pueblo me encontré que había que manejar por un arenero imposible. Como varios brasileños se acercaron a mirar moto tan extraña, me puse a conversar con ellos y me dijeros que si se podía llegar en la moto; al mismo tiempo habían otros dos metiendo terrorismo porque querían que yo les pagase para que fueran mis guías. El raciocinio fue fácil, si habían personas que se ofrecian guiarme es que si era posible llegar como lo decían los demás y, como al motoneto le gustan las cosas dificiles y la orientación no parecía complicada pues me fui en la moto por la arena siguiendo marcas de los buggies, cuando aparecía una “Y” esperaba a que apareciera otro buggie y sin hablarme me hacían alguna seña para que yo supiera por que lado seguir y si había algun lago o rio me señalaban cual era el lado más fácil; que nunca lo fue.
Gracias a la ruta 40 y el salar de atacama, la tecnica del manejo de scooter en arena estaba todavía en la memoria así que con toda la paciencia del mundo se hicieron 12km en una hora, llegando a un hostel buenisimo y a un pueblo tan ambientado que antes de desempacar mismo, reservé una noche más.