La existencia de Jericoacoara y de los lençois maranhenses se deve a… la naturaleza, pero que yo me enterara que existieran fue obra de una prima. Para no ser muy avaros con la información, es la conosidísima Claudia, muy conocida por la familia, claro está! Ella y su esposo en un acto de deportividad extrema (otros lo llamamos mazoquismo) recorrió en un eco-challenge de Jeri hasta los lençois si mal no me acuerdo del relato que, aunque no incluía la palabra lençois, si venía decorado con dunas con lagos y eso es precisamente los lençois.
Ellos se tomaron 8 días para hacerlo (yo también), la diferencia consiste que mientras los deportistas usan la noche para curarse las ampollas, yo en cambio la uso para pasar bueno!
Mil gacias a Jorge y Claudia por haber enterado al motoneto de estos lugares, sino, posiblemente ya estaría en São Luis
La traducción de lençois es sabanas, en este caso arrugadas y con agua encharcada, formando lagunas en la base de las dunas.
Empezando el relato, la salida de Jeri fue bastante jodida, pues aunque madrugué y salí esta vez por la playa propiamente dicha y no por el arenero del lado como fue la venida, resultó ser una pista llena de trampas, aun así y con los brazos realmente cansados de hacer tanto esfuerzo por mantenerme en pié, llegue en media hora a Preá, haciendo de la vuelta la mitad de lo que me tomó la ida. El problema fue que algún gracioso mientras yo farreaba de lo lindo en el pueblo, decidió que lo mejor era pasar el temido bulldozer, así que la salida a la asfaltada me tomó el doble de tiempo y al final para hacer unos 25km me tomó casi una hora.
De Jijoca hasta Paulino Neves, mi destino, se hizo por una carretera secundaria en buen estado pasando por un cambio de paisaje; esta vez mas verde y mas abandonado, pues ni fazendas se vieron. Salí del Ceará y entre a Piauí donde se almorzó en Parnaíba, el calor se lo podrán imaginar, pero se sobrevivió y se siguió hasta Maranhão, el estado del marañón.
La idea era dormir en Paulino neves y de ahí salir al otro día temprano a Barreirinhas, pues a esa hora no había mas transporte (llegué a las 4pm). Vi el pueblito tan cagado que tomé la vía hacia barreirinhas para preguntar si había algun transporte o algo parecido, o por lo menos para dejar listo el del día siguiente. Mientras le preguntaba a unos mototaxistas que estaban tomando cerveza en una esquina me señalaron a uno que iba pasando en una toyota care perro. Salí a negociar con él y básicamente el negocio consistía en que yo pagaba el carro entero, es decir lo que pagarían 14 personas! (después de muchas averiguaciones, resultó que si, si tenía que pagar el flete completo pues los carros solo hacen esa vuelta una vez al día y no van a dejar de ganar dinero por llevar a un colombiano con su motico roja!)
Se quitaron unas bancas del carro, se montó la moto y se amarró bien.
El camino fue por los lençois pequenos, otra de las atracciones del parque pasando basicamente por las bases de las dunas y entre las recién formadas lagunas; esta vez estuve afortunado, pues no tuve la brillante idea de hacer el camino por mi cuenta; es realmente imposible. Solo una camioneta de esas o una fourtrax pueden hacerlo.
En barreirinhas fui acompañado por un personaje con bastante mala facha en la busqueda de hostal. Ya estaba de noche y estaba bastante cansado, pero el hombre se tomo la molestia de ser una verdadera molestia. Al final se encontró un buen hostal al lado del rio preguiça con la facilidad de hacer los toures con ellos, quitarme el personaje de encima y por fin descansar; así que mañana les cuento como me fué.
La moto en la playa
Carretera por piauí
Safando bancas
La moto bien amarrada
Los lençois pequeños
La parte facil del camino
Lençois
Mas dunas
um boi
y mas dunas
Garzas
y mas de lo mismo
Rio preguiça de noche
rio preguiça de noche