Ahhhh, que calor, esto cuando se acaba! Esta bien que haga calor, pero todo el día, a toda hora; cuanto daría por dos días fríos, como para coger ánimo y volver a seguir, porque eso de andar sudado todo el día si es de verdad de lo más fatidioso del mundo. Para que diablos se seca uno despues de una ducha si un segundo despues va a quedar mojado. Es que ni ganas de mear dan, como, si todo se suda y los pobres riñones no tienen nada que filtrar.
Hecha la renegada del día sobre el insoportable calor brasileño; esta vez pública, me remito a lo importante, es decir, al viaje. No digan que me quejo mucho, pues de los zancudos no he dicho una sola palabra! Y vuelva y juegue, me salí del viaje; pues vuelvo y entro, donde ibamos, ah, si, ni siquiera había empezado, entonces, empiezo.
Nada epecial para contar, aparte que la distancia era corta, unos 270 – 300kms, ya no me acuerdo, pero lo importante es que era cerquita, así que se llegó a almorzar a São Luis, la capital del maranhão, o marañón en español y según dicen los locales, es la segunda ciudad del mundo en reggae, después de jamaica. Esto lo pondremos en duda, pues algún país caribeño pueda tener mas reggae que São Luis, pero igual y para hacer honor a la verdad, si oyen mucho esta música, es más se saben canciones (muchas de ellas) que no son de bob marley, es mas, gritan como locos cuando el dj cambia la canción por otra de otro musico que estos oidos nunca habían escuchado; digo dj porque estando en la capital del reggae en brasil se debía ir a una disco de reggae, para bailar como sea que eso se baile, sudar, remitiendome a la renegada del principio y para tomar cervecita y hablar con la gente.