Día 236 Alter do chão – canal jarí

Alter do chão solo es conocido porque cumple con una de las obligaciones para cualquier destino turístico brasileño, es decir tiene playa. De los enemil pueblos que pueda tener el amazonas, solo alter do chão tiene playas y es por esto que la gente viene acá.
Queda al lado de una laguna ancha como ayapel y larga como muchos ayapeles. Es mas una represa natural que un lago pues el rio tapajós , un afluente edl amazonas, es tan debil que no tiene la fuerza para entrar. Por la curva del amazonas donde el tapajós desemboca se estanca el sedimento, impidiendo que el tapajós entre. Miles de años poniendo el amazonas sediemnto en esta curva, generaron una barrera que el tapajós solo pudo pasar inundandose, creando la represa llamada lago, tambien llamado tapajós. El lago tiene playas y por cosas de la vida, Alter do chão queda allí. Cuando el amazonas esta bajo, la laguna también y hay playas grandes; cuando está alto no hay casi playas y por obvias razones tampoco brasileños, es por esto que es llamada temporada baja, y es precisamente en ella que entró el motoneto a esta zona.
El tapajós entra al amazonas por dos lados, uno de ellos es el canal de jarí. En una lanchita con motor de planta electrica fuera de borda toma unas tres horas en llegar y allí se verán osos perezosos, micos, rayas, pajaros, el famoso delfín rosado que por estos lados se llama boto o algo así y un montón de animales más.
Donde se ven los osos perezosos, llamados acá preguiçosos está inundado, así que hay que caminar cunado la canoa no puede mas, tratando de evitar las rayas y también de hacer ruido que espante a los supestos animales que se quieren ver y no despertar las abejas que uno no quiere ver. Todo esto muy sazonado por zumbidos y picaduras de zancudos.
El delfín y los otros animales se ven desde el bote sin ningún problema.
Al frente de Alter hay una isla llamada ilha do amor con kioscos en este momento bajo el agua, una playa casi inexistente que aseguran ellos la mejor de brasil y un morro donde se subió a ver el por do sol que en las fotos aparecerá.
Una vez abajo ya de noche y sin tener como volver a alter y tomando la natación como una alternativa apareció un hombre organizando uno de los pocos kioscos todavía sin agua y se ofreció a llevarnos al pueblo sin cobrarnos nada.
Así acabó el día con espectativas de como será la ida a la selva de mañana.