Dos noticias buenas y una mala (Tomo II, 1/2 Buena y 1 mala)

Ya con sello en mano voy a la receita federal en Mauá (después de navidad), en efecto lo que busco si es ahí pero no puedo entrar. Voce nao tem calcas, voce tem bermuda, Nao pode entrar! ahhh; resulta que en una oficina sin importancia, dependiente del ministerio de hacienda no dejan entrar a la gente en havaianas y bermudas, algo bastante extraño ya que ni en el ministerio ni en las mil policias fue un problema. Mi teoria… un idiota con aires de importancia decidió que su estatus recién adquirido (posiblemente su ascenso a dirigir esa comandancia) podía quedar degradado si la clientela venía en chanclas. Tenía que volver otra vez pero con pantalones. Lo bueno es que el día no era tan caliente; solo 40 grados, esa frescura se debía a que el anterior había estado a 50! todo un record para la ciudad y triste día en el que el motoneto pasó tres horas en un abarrotado bus sin aire acondicionado en un trancon para entrar a Rio. Así que antes de irme por mis pantalones le pregunté al portero cual era la oficina exacta para no perder mucho tiempo en la próxima. Los porteros, normalmente lo mandan a uno a la mierda y ya; pero este resultó de lo más amable; fue, buscó por todas las oficinas cual era la mia y volvió para informarme. Otra vez le pregunto, que papeles necesito para no tener que venir varias veces. Otra vez el sujeto desaparece y más o menos unos diez minutos depués, venga acompañeme… ante la incredulidad de los presentes (y de la de información que no me dejó pasar) entré donde Carmem. Queridisima me hizo todo el papeleo, me dió información sobre playas a visitar en el norte, consejos sobre el brasil y en el término de media hora, salí con el permiso de la moto pero tristisimo.
Resumida la buena; ya tengo la prorroga; voy a la mala. La prorroga no es de 3 meses despues del límite sino despues de que se pida, así que, como la pedi 20 días antes del límite, perdí 20 días de paseo en brasil. Para resumir otra vez, no tendrán ustedes, ni yo, fotos ni cuentos del carnaval de Rio. Tendré que salir de la ciudad 10 días antes del carnaval (última semana de enero) porque si me quedo, nos perderemos la chapada diamantina, jericoacoara, lencois marnhenses y alter do chao. Todo eso por una farra? imposible.
Si el personaje del ministerio de hacienda no me hubiera dicho que debía hacer los trámites 20 días antes, lo hubiera podido hacer la primera semana de enero y no habría perdido los 20 preciosos días del carnaval!

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