Hanoi I

— Hello Sir! How are you? —, grita el hombre con entusiasmo. Se hacen las respuestas protocolarias mientras las sonrisas del dependiente del hotel llenan el lobby. — Where are you going today Sir? —. Se responden todos los destinos del día con cierta ingenuidad por parte del visitante. — After Hanoi, which is you next destiny?
— Amigazo, yo sigo para Lao, Luang Prabang —, responde uno con sinceridad. — Sabés donde puedo tomar el bus para ir para allá?

— I will look for you Sir, just wait a minute —, responde el hombre sonriente como siempre. Cinco minutos después informa que el bus se toma entre 25 a 30 horas y que tendré que dormir en el bus mientras abren la frontera (esta cerrada de noche) — I can book it for you if you want —, me sugiere el hombre.

— No muchas gracias —, agradezco. — Mas bien decime donde está la estacion de bus acá en Hanoi, yo trato de arreglar las cosas por mi cuenta…

Si vieran como desaparecen las sonrisas…

***

— Hello Sir! How are you? —, grita el hombre con entusiasmo. Se hacen las respuestas protocolarias mientras las sonrisas del dependiente del hotel llenan el lobby.

— Sabés donde puedo vender mi moto?

— Off course Sir, do you want to sell it right now?

— Si es posible —, respondo exceptico.

— Wait ten minute I call my friend —, me responde super diligente, sobrecargado de sonrisas. En exactos 10 minutos llega un hombre menudito, mi posible comprador.

Después de una ardua negociación la oferta final del hombre llega a los apabullantes 110 dolares (yo la compré en 180) — Hombre, te podés ir por donde viniste —, le hago entender.

— Sir, did you sold the bike? How much did you ask for? —, pregunta el dependiente super sonriente.

— No la vendí, ofreció muy poquito.

Si vieran como desaparecieron esas sonrisas.

***

— Hello! Hello! —, me grita un hombre en una placita pública cerca del lago en Hanoi. — I´m a student, can you help me with this? —, me muestra una encuesta. 

— Porque nó —, le respondo amable. Dicho esto me voy para una esquinita a responderle su cuestionario que estaba hecho en Ho Chi Minh y se suponía que yo debería entender que se refería a Hanoi. Hecha la cosa me preparo para seguir mi camino. 

— Wait! Wait! —, insiste el hombre. Me saca un cuadernito para escribir la información: Nombre, nacionalidad, valor y un precio.

— Amigo, si lo que querés es plata, no vas a recibir un solo dong.

— No, no, no —, dice sonriente. — Just fill the blanks.

Nombre: Luciano

Nacionaliad: Colombiano

Tipo moneda: Dong

Valor: 0

Si vieran como se desapareció esa sonrisa… a esto se le añadió una seña para que me largara de allí en el acto.

***

Los vietnamitas son gente super sonriente, son realmente sinceros en el interés de uno pero en las zonas turísticas tipo Hanoi, Hoi An y equivalentes, se encontrará bastantes personajes muy interesados en el contenido de la billetera. Bueno, de eso viven. Sin embargo esto dificulta un poco saber cuando las sonrisas son sinceras o interesadas. La forma más fácil de que tipo de dependiente se tiene en el hotel (todos venden tours, pero no todos estan desesperados por tu dinero) es preguntarle por informacion sobre sitios a visitar, si no son insistentes en vender sus cosas o uno les dice que quiere hacer todo solo. Si no se nota un cambio de cara y se recibe la informacion, entonces son de confiar. Si se siente un ligero cambio en la expresion facial, entonces el hombre no es de confiar. En fin, son , en proporción, muchisimos más los personajes de buena fé que me he encontrado que los interesados solo en mi dinero.

***

La moto se la vendí a un vietnamita en un calle llena de motos por 130 dolares. La condición era que me los pagara en la moneda gringa y no Dongs. Ok, dijo el hombre y me mandó la esposa para que me pagara. Recibí en mis manos un billete de 100 que le faltaba solo un poquitico por tener a Mickey Mouse como heroe independista americano. — Mas bien pagame en Dongs —, le digo. Sobrecargado de Dongs, me consuelo con haber vendido la moto en tan solo una mañana, evitándome el estrés de ver la moto al frente del hotel sin compradores… Ya había escrito clasificados en facebook y en craiglist sin ningún resultado. Ellos eran mi esperanza, había pedido 220 por ella con la intencion de rebajar hasta 180 y recuperar todo mi dinero, pero, como nadie se apareció, al vietnamita la moto vendí. Con dinero en el bolsillo y un deber menos sali sonriente para pasear por todo Hanoi.

***

“Hello, I’m Jan. I have interest in your bike. I´m close to your hostel, are you avaible?”

Si vieran como se me desapareció la sonrisa.

Puto Murphy!

 

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