Hospental – Lucerne

​Cómo en la entrada anterior les había contado que Hospental es un pueblo de 10 casas, se podrán imaginar que una vez uno se ha despertado, no le queda de otra que montarse en la bicicleta, porque otra cosa no encontrará para hacer. En fin, amarré la mochila y una vez bien abrigado (por la mañana en esos parajes hace bastante frío) tomé la ruta que de San Gottardo baja a Altdorf (Puebloviejo), justo a las orillas del Vierwaldstätersee, el lago de los cuatro cantones; el mismísimo de Lucerna.

La bajada fue fácil, nada especial, lo único digno de mencionar es, primero, que me pasé un puente famosísimo y ni me di cuenta y, segundo, la panorámica era muy bonita.

Bajada de Hospental
Bajada de Hospental

Ya, al borde del lago, los caminos subían y bajaban dependiendo de cuanto la montaña caía en el agua. Si el camino subía, las panorámicas incluían el lago y sus barquitos turísticos; si el camino bajaba, el recorrido se presentaba lleno de pueblitos con sus Hotel de ville, carísimos; para turistas con dinero (todos los que van a suiza).

Flüelen, el camino abajo
Flüelen, el camino abajo
El camino adentro
El camino adentro

En algún momento pasé por  el lado de Rigi, en esta ocasión el camino pasó por zonas rurales para después volver al lago y seguir así hasta Lucerna.

Vista desde flüelen
El vierwaldstätersee

El hostal de Lucerna resultó carísimo, incómodo, sucio,  sobretodo caro, pero, cómo la idea de este paseo no incluía el confort. Salí a la ciudad a tomarme unas cervezas y ese fue todo el turismo hecho durante el día.

Para resumir el viaje fue de 94 kilómetros, duró 4 horas y tuvo una elevación acumulada de 1500 metros.

 

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