¡Nuevo record! ¡300 km en doce horas! Tanta velocidad no la había visto en mucho tiempo. Eso sí, esta vez no hay queja con la corrupción borderiza, fue el mismo encargado del bus quien nos pidió los pasaportes, dinero para la visa y otro tanto destinado a la corrupción. Así, todo el bus, indiferente de su procedencia, pagó la misma cifra para aceitar la felicidad y productividad policial.
La vida no fue tan feliz cuando tuvimos que esperar por dos horas otro bus que resultó una van. Mentiras, eran dos; en la primera empacaron como sardinas a todos los que cupieron y en la segunda, los que sobraron… en teoría teníamos mas espacio por ser los sobrantes del grupo pero, en realidad íbamos en una incomodidad suprema. La velocidad del vehículo era laosiana y el paisaje bastante tristongo.
Hago una aclaración económica… En Laos no hay ni agricultura ni industria, no se ve absolutamente nada aparte de montañas al fondo y campos pelados amarillentos sin ningún cultivo, adornados todos por incendios que hacen para sembrar algo… estos terrenos producen mas humo que alimentos!
En Camboya, el suelo es igual de amarillento, los pobres son tan pobres como sus vecinos pero, de vez en cuando se ve algún cultivo y en ciertos pueblitos, vimos algunas pequeñas industrias. Camboya es más próspero que Laos, aunque entre sus ciudades no hay absolutamente nada para ver. Además, dato curioso, tienen carros bastante grandes y caros en contraste con la economía del país. ¡Pululan los Range Rovers!
Siem Reap, llegado ya por la noche, es básicamente un horno crematorio, el calor es infernal pero, en contraste con el país dejado, acá las construcciones son modernas y – algo curioso y bastante util – todos, desde el conductor del tuk tuk hasta el mesero del kiosko más miserable, hablan un inglés bastante bueno, en algunos casos, decente, en otros. La gente además es mucho más querida y sonriente que su vecino norteño. Eso sí, es medio carongo, (entendiendo que el más barato es Vietnam)
Siem Reap, tiene bastante poco que ofrecer aparte de bares, restaurantes, hostales y hoteles para chinos. En la ciudad, aparte de tener que soportar un calor no apto para humanos, hay un museo de la guerra aunque, el verdadero motivo por el cual llegan los turistas a esta ciudad son las ruinas de Angkor Wat: la mítica ciudad de los Khamers e inspiradora de los mundos de Tomb Raider y los escenarios de Indiana Jones!
Angkor Wat es el primer complejo de templos que uno se encuentra; por cuenta de el todo recibe su nombre. Adelante hay otros palacios y templos, el que más me gustó es Bayan; más pequeño, con más ruinas, pero más bacano. Es de tener en cuenta que el calor siempre se encuentra cercano a los 40 grados y que estos templos son hechos en piedra – refractaria – lo que los convierte en micro climas de 50 grados o más. ¡Al escalarlos se puede quemar uno las manos y las rodillas!
En fin, para resumir: unos templos super especiales que no puedo describir con palabras y que tristemente no tengo fotos de calidad. Tendremos que contentarnos con las del celular. Angkor Wat y el resto de templos deben ser visitados por lo menos alguna vez en la vida… muy, muy recomendados!
La vuelta en bicicleta es de unos treinta kilómetros y, aunque adelante hay mas templos, ya convencido de estar cerca de un paro cardiaco, derrame cerebral o algo relacionado con una muerte mephistotelica*, di media vuelta y me devolví para el pueblo.
Mephistofeles
No era el demonio de Fausto sino un lindo y adorado perro. Murió corriendo de felicidad por unos campos en Titiribí a los cuales no estaba acostumbrado. No fue culpa del terreno sino al clima. Cayó privado de un paro cardiaco, llamado en el mundo veterinario golpe de sol. Es decir, paro cardiaco por exceso de calor… A mí me iba dando como lo mismo.
Terminando, cada salida en Siem Reap implica sudar a chorros y volver corriendo al hostal para pararse frente al aire acondicionado y buscarse disculpas para no tener que abandonar el hostal una vez más en el día… promesa siempre incumplida porque la cerveza es barata y pubs y bares hay bastantes.
Super.
no se cuando pero habrá que ir.
gracias Luciano.