La historia de Bremen comienza así: un burro, un perro, un gato y un gallo son cada uno y por aparte, condenados a muerte por sus respectivos dueños porque producen más gastos que ganancias. Los animales, más inteligentes de lo que su naturaleza sugiere, se escapan hacia la ciudad de Bremen para poder llevar su vida libremente, sin la permanente amenaza de muerte. En fin, en el camino se encuentran entre sí y juntos caminan hacia la ciudad destino, cuando una noche, buscando sitio donde dormir, llegan a un sitio que se encuentra ocupado por unos bandidos. Los animales, después de mucha discusión, hacen un morro con cada uno encima del otro según su amaño y juntos, emitiendo sus ruidos característicos, espantan a los bandidos que huyen aterrorizados. Al parecer, al siguiente día, continúan su camino hacia la ciudad. También se hacen músicos; aunque la historia nunca narra cuales son los instrumentos, ni que animal toca cual de ellos. Solo que desean ser músicos y que depronto uno toca el timbal y otro el laud o algo así. Que le vamos a hacer, es un cuento, no está para ocuparse de minucias y detalles. Son músicos y ese dato debe bastarnos para imaginarnos el instrumento que se nos venga en gana. Si es un piccolo o un oboe, quien lo toca es músico, sea hombre, gato perro o burro. La fábula omite adrede el ritmo musical, algo que el señor Grimm no debió hacer porque si acaso nuestra banda musical quisiera anexar su futuro a la música protesta, terminaríamos el cuento bastante preocupados. ¿Tendrán de que vivir en Bremen? ¿Qué harán si Mercedes Sosa va y les hace competencia en alguna esquina? ¿O Facundo Cabral? ¿Estarán los Bremenitas preparados para semejante cosa? Ahora bien, si tomaban el reggaeton como inspiración, se volverían millonarios y posiblemente la ciudad en la actualidad ya no se llamaría Bremen sino Blemen; digo, pol Puelto Lico. En fin, ya que la ciudad sigue siendo Bremen nos queda la duda si alguno de los músicos cayó en las drogas o se volvió un excéntrico inmamable, con ropajes extraños, cadenas de oro y gastos desorbitantes, símbolos máximos del éxito musical y la decadencia inmediata que le sigue. ¿Que fue de ellos? ¿Alguno habrá sido demandado por manutención? ¿No habrá habido algún otro que en alguna pelea su linda cara bien deformada quedó? ¿La peste negra se los habrá llevado?
Bueno, me alargo, a la historia original y patentada de Bremen por el señor Grimm, le siguió otra con esvásticas, marcha militar y un man con un bigote lo más de ridículo; pero, eso es otra historia, aunque importante, vale la aclaración, porque de Bremen poco quedó. Ya reconstruida, les adjunto las fotos para que la vean.
Los músicos de Bremen en Bremen
La Haupt Bahnhof, la estación central
Canal en forma de estrella que protegía a la ciudad en los años de upa
Túnel bajo la Alstadt
Lo único que quedó de un puente famoso antes de la guerra
La Marktplatz
Casitas típicas de la ciudad en el AltStadt
Los rieles del tranvía
No tengo idea quien fue
La Alte Neustadt, la vieja ciudad nueva (que ya es nueva porque desapareció en la guerra)
Die Altstadt desde el puente y el río weser
La teerhof por dentro.
Una víctima de los borachos
Die altstadt y los barquitos
Más de ellos
Y todavía más
King Kong no dijo su nombre
Callecitas dentro del altstadt