Día 175 Un horno crematorio llamado Sao Paulo

Esta visita a Sao Paulo va a ser corta pues volveré dentro de unas dos semanas. Se paró acá para hacerle unos cariñitos a la moto, pues las valvulas y el carburador estan super desincronizados, produciendo que los primeros kilometros del día con la moto sean horribles, pues se apaga en todos los semaforos y se demora unos 30 segundos una vez encendida, para acelerar y mover la banda de transmisión; o sea, la ocasión perfecta para que los impacientes conductores brasileños y paulistas puendan ejercer su derecho a pitar e insultar a quien demora su trayecto unos 10 segunditos, o sea, yo!
Eso, además que la moto esta muy sedienta y por estos días le gusta bastante la gasolina, así pues, se pará acá para dejar la moto en la yamaha de la 9 de julho, que según el precio tentativo que me dieron me pareció barato.
Para resumir, se para en Sao Paulo para arreglar a la moto y ver la Bienal de arte moderno que está que la cierran, y como se podrán imaginar, lo primero que hice en el día fue averiguar donde arreglar la moto, primero por los alrededores de donde me estoy quedando (Jardim Paulista) y despues con la ayuda de José, del grupo de motociclistas Highlanders y Brasil Riders fui al centro a averiguar para arreglarla. Al final me decidí ir a yamaha y mañana bien temprano la moto irá allá.
Despues la bienal, que queda en el parque ibirapuera, un oasis de naturaleza en una urbe llena de edificios, cemento y asfalto, con laguitos y todo, pero lo mas importante, con el museo de arte moderno de Sao Paulo. Para resumirles el cuento, estaba cerrado… segunda feira, o sea, el lunes, estan cerrados todos los museos en brasil, y para ser sincero, en casi todo el mundo; pero como el motoneto, no tiene ni calendario ni hora, no se dió cuenta. Entonces una vez allá, pues la caminada por todo Jardim, que es un barrio con edificios grandes, mas parecidos a un bunquer que a un edificio de apartamentos… todos con doble puerta para carros, habitantes y servicio, 3 o 4 vigilantes y quien sabe cuantas cámaras
Despues, una visita al centro de la ciudad. Praca Sé y sus alrededores. Se encuentran algunos adificios viejos aunque casi todos son modernos, sin ser ninguna maravilla arquitectonica. El ambiente es bueno, muchismia gente llendo y viniendo de sus oficinas, todos con saco y corbata, como si los treinta y pico de grados no importaran. Se ven algunas iglesias viejas y una cantintidad inimaginable de iglesias cristianas de todas las tendencias y sectas por todo lado; algo muy común en Brasil.
Todo el centro está plagado de adictos al crack; semi zombies tirados en el suelo, o zigzagueando por las aceras,  sobretodo Sé y los lados donde fui a llevar la moto crackolandia. Resulta pues que la policia en una de sus maravillosas ideas, creyó que era mejor desalojar a la gente de crackolandia y obtuvo como resultado, llenar de zombies todo el centro y los demás barrios de Sao Paulo. Cómo es obvio, es mejor tenerlos en un mismo sitio, repartirles jeringas para que se droguen y no se pasen enfermedades y tener por ahí algún psicologo que disponible por si depronto alguno decide dejar la droga… pero no, la policia y sus super operativos, lograron que Sao Paulo sea la localidad más provocativa para la próxima pelicula de Resident Evil, porque actores de reparto ya tiene bastantes para escoger!

 

Especie de cruzado en la entrada al parque de Ibirapuera

 

Teatro de Sao Paulo

 

Ventanas y alguno que otro aire acondicionado

 

Centro desde algún puente sobre la 9 de Julhio

 

Mucha gente por Sé

 

Si no estoy mal, acá fue donde nació Sao Paulo

 

Avenida Paulista

 

La tour eiffel et la lune! naa, mentiras, una antena en la avenida paulista y a lua brasileira!