Praha

Hemos llegado a Praga, yo y mis maletas. Praga, tal como lo indica el título, en su idioma original se escribe Praha y creo que se pronuncia Praga, aunque no estoy seguro. El viaje consistió en no quedarme dormido mientras seguíamos el lecho de un río desde Dresden hasta la república Checa. La razón a la cual es debida la lucha contra el sueño, es que después de varios días sin dormir por culpa de los ronquidos de mi vecino de cama, bien importante es no hacerlo en el tren, pues si lo hago de día, ya en el hostal me despertare a las tres de la mañana y no podré volver a dormirme. Lo importante es dormir la noche completa y no una tarde para ver si puedo recuadrar el cuerpo y salir de este estado semizombie en el cual me encuentro.
El objetivo es logrado, en una estación de nombre Hlavni Nadrazi, nombre lleno de acentos para todas las direcciones en vocales y consonantes, llegamos a lo que es el hall principal de la estación. Todo está muy bien señalizado, el problema es que con tan pocas vocales y tantas consonantes, la persona que nunca ha visto una lengua eslava no puede siquiera adivinar cuál es la salida. Por ser de noche, afuera los vidrios actúan como un espejo, no se ve lo que hay detrás. No hay forma de adivinar que puerta lleva a qué. Después de muchas idas y venidas, el afuera aparece por fin.
Según el mapa, el hostal queda a unas diez cuadras, vamos a caminarlas. En el camino solo encuentro borrachos y tipos con pinta de skin heads, nada recomendable. Cambio de idea, vamos mejor en tranvía, solo es una estación de distancia, y por ser el tram un aparato tan reconocible, rápido lo encuentro.
Ahora bien, donde compro el tiquete? Maquinas por los alrededores no se ven. Le pregunto a una señora si el tram va para donde yo quiero. Es apenas obvio que mi pronunciación sobre tan complicado nombre no es la correcta. La mujer, pasando el susto y viendo que no la voy a atracar ni pedir cigarrillos me hizo señas indicándome que no entendía ni forro. No hablaba inglés, tampoco francés. En el mapa de la estación le muestro la estación a la cual quiero llegar, y más o menos entendí que sí, para esa dirección iba el tram. Ahora, donde compro los tiquetes? Es muy posible que la palabra ticket en checo tenga al menos dos zetas, dos enes con acentos extraños, una ese normal y otra rara y de pronto, una a o una e. Las lenguas eslavas prohíben la existencia de mas de dos vocales en una palabra. Es por eso que no me entendió, ticket no está ni remotamente cerca a lo que ella entiende por billete para el tram. Con alguna mueca que entenderé como un “lo siento, no puedo ayudarle”, se fue. Ante la imposibilidad de saber cómo comprar un tiquete de tram a las once de la noche, hice la fácil. Me monte en él sin pagar para bajarme en mi estación y llegar al hostal.

La mala suerte quiso que fuera un hostal para gringos; no es que tenga algo en contra de ellos, de hecho son lo mas de simpáticos, pero… cuanto todos están con pinta de ser de alguna “fraternity” o de jersey shore, estan borrachos y hablando las idioteces más grandes jamás dichas, con caras serias e intelectuales, ahí si tenemos un problema, por eso, en Praga estuve en modo antisocial… ahh entonces no les escribo más.

No se necesita traductor. Entre las manos de quien esto escribe hay un Gyros, una especie de kebab checa. Su carne la pican como el kebab, creo es de vaca pero algún otro animal puede ser, los panes son de hamburguesa y, entre carne y panes hay lechuga, tomate, cohombro, y una salsa llamada tzatziki, para acercarla a algo conocido es un intermedio entre salsa tártara y la salsa de yogur del kebab turco que poca idea tengo su nombre, posiblemente sea yogur a secas (ya con mas información y después de ser el hazmerreír de los polacos me entero que de checa no tiene ni el untado, de hecho es un kebab griego, ahhh, la ignorancia…)
En la mesa está una obvia cerveza checa y al lado de la mesa está otra mesa. Está habitada por tres quinceañeras que miran al frente del parque donde se encuentra una cuarta, esta si muy entretenida en una discusión en el celular.

Pasa una media hora cuando Cuarta decide volver a la mesa, a cada paso que da se cierran un poco más sus ojos, frunce su nariz y se pone más roja. Obviamente tanta contracción muscular progresiva tiene un término. Limite reventado por llanto, mocos y palabras incomprensibles emitidas en dirección a sus amigas. El testigo nada entiende; así adivinando dirá que es un mar de lágrimas en húngaro, aunque puede haber cabida para otro idioma, eso sí, checo no parece.
La escena que ocurre a continuación no tiene nacionalidad.
Todo esto está en el terreno de la hipótesis como no, pero en la mesa del lado se oyen tres princesitas hablando al mismo tiempo con un único objetivo: convencer a Cuarta que el miserable del teléfono no se la merece, solo es un idiota aprovechado que no sabe lo que se pierde.
Entre frase y frase, abrazo y abrazo, y palabras incomprensibles pronunciadas con todo el énfasis del caso, se escapa alguna risa seguida de mas llanto como no.
A medida que los sollozos y risas se van mezclando, amiga Uno y Tres dejan campo a número Dos. Al parecer tiene el honroso el título de ser La mejor, encargada ahora de que la velada termine en risas. Lo logra, no con poco esfuerzo, pero contrastando la cara de Cuarta, emisora de fluidos y sonidos inteligibles, ahora con una cara risueña, ojos brillantes y todo un futuro promisorio, podemos decir que Dos conoce las técnicas a la perfección.
Una vez humor de Cuarta ha mejorado, y no parece tener tendencias a recaer, todas pagan y se van.
Seguramente esta noche, ya cuando no hayan testigos, la pobre almohada será un paño para limpiar mocos, babas y lágrimas, pero esto, al igual que todo lo anterior está en el terreno de las hipótesis.
Se cierra el telón.

Se abre el telón.
La actriz principal sonríe, otras muecas trata de hacer, pero no puede, no parece que tenga botox, es joven, es checa, por lo tanto bonita. Lo que es evidente es que es mala actriz. Es fácil notarlo.
Todo esta negro, estoy en el famoso teatro negro checo, de otro color no podría estar la sala. Las pocas luces que hay están en ella. Al parecer es Alicia, la del país de las maravillas. Detrás, hay cinco actores vestidos con terciopelo negro, por lo tanto no los vemos, de eso se trata. Lo que ellos mueven si se ve. Todo está iluminado con esa luz discotequera que hace que todas las motas de la camisa se vean. Los palacios, árboles y demás objetos están pintados con alguna pintura que resalta con esta luz
En algún momento aparece otra actriz. Secundaria parece; por alguna razón desconocida, actúa muy bien. Es checa, por lo tanto es bonita, porque no la pusieron como principal? No lo sabemos; quien sabe cómo serán las relaciones con el director. En este caso lo importante es contar que la actriz principal es mala actriz y la segunda muy buena, ambas son bonitas y las sillas son incomodísimas. El teatro negro, por ser negro no quiere decir que sea bueno, al final de cuentas lo importante no es la técnica, sino el contenido. Mejor informarse bien antes de entrar y, si les preguntan en la caja si tienen tarjeta estudiantil para el descuento, digan que no con cara triste y compungida, se los darán.
Se cierra el telón.

En un parque al frente del rio, una montaña con buena vista se encuentra una grúa. Para llegara ella hay que caminar bastante si se toma el camino malo como lo hice yo; si se es mas ubicado solo hay que subir unas escaleras mas cortas que las de mont martre. Al llegar a la grúa uno verá que no es una grúa, sino un metrónomo* gigante, es ahí donde uno se pregunta: y esto es turístico? No hay nada. Debajo del aparato, en un mirador, está toda la historia política de cuatro países bajo el régimen totalitario ruso: República Checa, Polinia, Hungría y la Alemania del este. Exactamente abajo hay una cueva completamente destruida e incendiada, tiene unos letreritos muy explicativos en checo. Con una sola foto se entiende lo que esto fue y lo que pasó. Arriba, antes, había una escultura al pueblo, con el bigotón de Stalin al frente. La llamaban con ironía la fila por la carne, eso por la necesidad de hacer filas por comida bajo el comunismo, también fue llamado el monumento de Stalin, es decir, un símbolo soviético de la ocupación. En 1962 los checos, cuando Stalin cayó en desgracia bajo la opinión pública, hicieron con la estatua lo que todo país hace cuando ya está harto de su opresor. La dinamitaron e incendiaron lo que había abajo. Lo que quedó de la escultura lo metieron en ese sótano-cueva y hasta el día de hoy eso queda como un símbolo de que jamás volverán a eso (o al menos es lo que quieren que pase)

Arriba, pusieron un metrónomo. Que significa él? Nada. Ese es el mayor simbolismo; el totalitarismo socialista es igual a un metrónomo que a su vez equivale a nada.

Eso es lo que pasará en Colombia cuando uno de los tres candidatos a dictador caiga. Petro hará erguir una estatua del pueblo o de si mismo si no controla su ego. Uribe pondrá la de Rito Alejo del Rio acompañado con Carlos Castaño. Ordoñez la del ku klux klan o algún opresor religioso peor, tipo Calvino o Lefevre. Lamentablemente uno de ellos tres será nuestro futuro dictador. Los colombianos realmente desean uno. En veinte años, cuando ya tengan suficiente de prohibiciones y estar siempre alineados con el “nosotros” y no con “ellos” pondrán la consabida dinamita en la estatua y en átomos volará su rígida ideología y la idea que habrán simbolizado.

Para ese seguro futuro, yo propongo, en vez de una costoso metrónomo sin mucho valor simbólico, poner un bom bon bum o un yoyo de coca cola gigante. El uno es casi regalado y el otro se cambia por tapas.

Así, después de veinte años de la miseria que nos espera, serán cambiados por nada. Un buen símbolo que dirá que otros veinte años hemos perdido como sociedad (si es que en algún momento lo hemos sido)

Así, después de semejante profundidad de pensamiento político y filosofía semiótica para la práctica futura, los dejo con las fotos de Praga

*Metrónomo, el coso que con su tic tac marca el compás, o sea, la velocidad con que se deben tocan las notas negras por minuto… de ahí es que viene el adagio, moderato, allegro, y blablablá.

Praha-20140512_023228Calles de Zizkov

Praha-20140512_070120Karluv Most, Most=puente, Karluv=Carlos, El puente de Carlos

Praha-20140512_070250Adivinen a que hay que sobar?

Praha-20140512_070905Carlos IV, rey de los checos en su momento de mayor esplendor, el sacro imperio germánico, y generador de la Praga gótica.

Praha-20140512_083004Jan Hus, rector de la universidad de Praga, contradictor de la iglesia católica y promotor del protestantismo en la época del hijo del carlos de la foto de arriba. Fue rostizado por ello.

Praha-20140513_042907Casa Municipal

Praha-20140513_060156Valdštejnské zahrady, los jardines del senado

Praha-20140513_060656Valdštejnské zahrady, los jardines del senado vistos desde otro lado

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Un bagre fuente, o un dragón fuente si se ve con otros ojos

Praha-20140513_071229El palacio presidencial

Praha-20140513_072027Eso les pasa por ser militares! mójense y sufran, a ver si con gripa hacen esa cara de machos!

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El palacio por detrás

Praha-20140513_074809Calle Nedurova, saliendo del palacio

Praha-20140513_083218El famoso edificio bailarín (Fred and Ginger)

Praha-20140513_083324La avenida masarykovo

Praha-20140513_083546La misma avenida pero vista desde jiraskiv most

Praha-20140513_091754El hombre colgando en Skorepka

Praha-20140514_045915El metrónomo

Praha-20140514_062103Adivinen que hay que sobar para la foto?

Praha-20140514_062251Calle dentro del palacio

Praha-20140514_063144La catedral de San Vito por fuera

Praha-20140514_064140La catedral por dentro

Praha-20140514_080239Escultura de Kafka

Praha-20140514_082432Callecita por Mala Strana