Antes de empezar con lo del día y ya que ayer estuvo todo como que muy cortico, diré que el paisaje cambió una vez pasé Talca, es allí la frontera natural donde termina el desierto y empiezan los bosques de pinos. Se sabe porque no se ve el piso; me explico: en todo chile se ve la arena y las piedras del suelo, pero una vez se pasa Talca ya hay pasto (aunque amarillito) y no se ve la tierra!.
De chillán y esto es importante decirlo (despues verán porque) solo se puede decir que es minusculo y que no hay absolutamente nada que hacer allá; no me explico que hace en Lonely Planet. De ahí salí rumbo a concepcion por una autopista como para variar pero con un paisaje mejor; al menos se recorría al lado de un bosque muy verde y muy quemado en ciertos sectores por un incendio occurrido hace dos o tres meses. De concepcion solo se puede decir que es del tamaño y tan bonita como Envigado; para los que no conocen Envigado, diré que tanto él como concepcion no valen la pena. Lo que si vale la pena son los alrededores de concepcion con sus multiples bahías con barquitos de pescadores (acá se llaman caletas) todas funcionando perfectamente aun si el año pasado un tsunami les haya hecho una visita.
Este paseo por playas y pueblos vecinos a Concepción fué hecho con Lorena, una chilena queridísima que estudió conmigo en Buenos Aires. Se recomienda hacer este tour al que pase por acá que creo no lo defraudará. Les pongo las foticos en Flickr para que se antojen.
Resulta que la hermana de lorena es medica y medio forzadito me hicieron ir donde ella; siempre digo que uno debe evitar a los medicos mientras se pueda, ya que el que busca, encuentra. Así, en una misma tarde pasé de una gripa a una bronquitis y un botiquín más lleno que antes.
Concepción abajo
Barcos en una de las caletas
Yo, dos pajaros y un montón de barcos
Un lobo marino y Lorena tomandole la foto