kazan – Bitácora del Motoneto

Казань, así es su nombre escrito en cirílico, siendo el 3 una “Z” y más importante que cualquier consideración lingüística que se vaya a mencionar en esta entrada, esta ciudad es la capital de la república de Tatarstan, esto es de suma importancia porque es de aquí donde viene la salsa Tártara! Acompañante ideal para unas papas asadas o un pescado.

Rusia a través de su complicada historia y recientes traumas bajo las locuras de Stalin terminó con unas republicas en su interior. No es que sean países independientes dentro de sus fronteras, son mas bien provincias autonómicas, tienen leyes diferentes en ciertos casos y tal como la republica de Tatarstan, tienen en su población diferencias culturales grandes con el ruso estándar. Parte de la gente que aquí vive son los descendientes de los Tártaros, en un principio nómadas guerreros del Genghis Khan pero que de hecho eran unas tribus Búlgaras. El idioma que se habla en esta región de Rusia no es búlgaro, sino una especie de turco escrito con caracteres cirílicos, una mezcla perfecta para no entender absolutamente nada!

Me encantaría hacerles un relato histórico con cada una de las evoluciones por las que la receta de la salsa Tártara haya pasado pero tristemente tal historia no esta documentada como para poder yo transmitírselas a ustedes, eso si, cuando en Kazán estén y quieran probarla, no tienen que pedirla por su nombre, solo digan que lo quieren con “Salsa” lo de tártara se sobreentiende.

Lo especial de Kazán a parte de esa mezcolanza de culturas que la hacen tan atractiva es simplemente llegar, para ello primero se debe hacer un vuelta por todo Nizhny Novgorod, que para tristeza de los viajeros tiene dos estaciones de bus bastante separadas la una de la otra, dificultado todo esto por la maraña incomprensible que es un mapa de transporte en esta ciudad, complicando la operación de ubicación aun mas, el hecho que hayan rebautizado casi todas las paradas pero que no hayan actualizado los mapas, y re complicando todo hasta el infinito, al no ser los rusos un pueblo que tenga cierta propensión a ayudar a las personas que están perdidas.

En la estación del tren aparece un tren (solo uno) con el peor horario jamás ideado para un trayecto tan corto y una duración de viaje que linda con lo ridículo: para un viaje de unos 400 o 500 kilómetros, algo así como 10 horas. Al perder todo un día viendo los pocos árboles que hay en la estepa rusa pasando lentamente por la ventana, no es algo atractivo por decir lo menos, así que esta opción queda descartada. La estación principal de bus es un peladero difícil de describir, para quienes viven en Colombia imagínense una estación de buses en Tarazá y róbense los últimos diez contratos de mantenimiento de todas las instalaciones y mas o menos el resultado será la estación de Nizhny. Igual no importa si estuviera como una joyita, no hay buses para Kazán.

El viajero que llega por estos lados debe entonces encomendarse un poco a la suerte. El motoneto de ruso no sabe nada, solo sabe leer cirílico sin entender casi nada de lo que lee, así pues su hobbie por las ciudades rusas es simplemente leer letreros, repetir en voz alta lo que leyó y si el sonido le suena a algo, pues se contenta solito por el éxito y progreso en su ruso. Así, el letrero mas común en Rusia, суши, el motoneto hará este proceso, Suuuuu, mira la w, sshhhhhh, iiiiii, Sushi, se repite en voz alta, ahhhh sushi, la comida japonesa, la venden hasta en las pizzerías! En fin, caminado y tratando de averiguar (ya con pocas esperanzas) donde está la segunda terminal de buses encuentra un letrero: Казань, kaaaaa, zaaaaaa, nnnnnn, kazan, jueputa, nos salvamos! Un bus que va a Kazán! En efecto, era un bus con un letrero grande que decía Kazán parqueado en un estacionamiento de un centro comercial. Se compraban los tiquetes en ese mismo bus, al otro día debíamos estar en ese parqueadero al medio día. Llegamos, montamos las maletas al bus, al rato nos las hacen bajar y a correr que nos vamos en una van. Al final en una vancita pequeña hacemos todo el recorrido por la estepa bastante estrechos y sudando como marranos y al anochecer a la maravillosa ciudad de Kazán llegamos.

El kremlin de esta ciudad, sitio obligatorio para visitar, es muy especial pues allí tienen una mezquita cuidada como una uvita donde se puede entrar para verla por dentro, es toda azul y no joden mucho a los turistas. La catedral ortodoxa es fácil de entrar también, como para variar hay un matrimonio ruso en proceso (al ser el invierno tan largo, la cantidad de matrimonios que hay en el país apenas el sol se asoma asombra a cualquiera, parejitas y familias se ven por doquier muy arregladitos posando para fotógrafos en las mas divertidas poses).

La ciudad tiene de todo, desde una pirámide-centro comercial tan fea que es atractiva para la vista, mas todos esos espacios vacíos que hacen de las ciudades rusas, unas urbes con la sensación de estar inacabadas, mas edificios modernos con arquitectura rusa de vanguardia que no son ni cinco de bonitos pero por lo menos tienen su estilo propio, vanguardia rusa, mas los clásicos europeos que en todas las ciudades se ven y en ninguna desentonan, mas torres y edificaciones realmente viejas de estilo oriental, mas los horribles cuadrados comunistas, bueno, se hacen la idea, Kazán, al ser una ciudad multicultural, al ser importante para la expansión rusa hacia oriente, es una mezcla de todo y todas las épocas que la hacen grandiosa. Muy linda y súper recomendada, eso si, paciencia, llegar toma su tiempo.

La estepa rusa vista desde la ventana de una van