No me fijé el nombre, pero siendo sincero no tiene ninguna importancia para este relato ya que lo que importa no es como se llamaba sino quien era y que tenía.
Llevaba ya varios días padeciendola, mentiras, de hecho eran varios meses y dos cirugías fallidas; que estaba desesperado, lo estaba, no solo por el insoportable dolor en su ano, sino por las constantes visitas donde el doctor, donde muy a su pesar debía estar horas en pelota, en cuatro (la posición mas humillante) y para colmos delante de dos o tres enfermeras bastante bonitas ellas, teniendo como labor rebuscar en su ojete como había evolucionado su estado de salud, para terminar su suplicio con una última revisión del doctor y su frase lapidatoria, siempre la misma: Hombre, estas jodido! tocará esperar otro mes más para saber si te tenemos que operar otra vez. Todos estos sufrimientos y humillaciones sazonados con la mayor crueldad posible de sus compañeros de trabajo y su esposa, ninguno de ellos reparando en adjetivos hilarantes sobre su estado se salud y su muy notable flotador con los personajes de mafalda, siendo guille el más notorio, donde el muy desgraciado se debía sentar.
La enfermedad es una que aunque desconosida le produce terror a cualquiera; su nombre: quiste piloneidal, que es en castellano para humanos un simple pelo en el ojete que nació para atras, produciendo un quiste superdoloroso en la peor parte del cuerpo posible; de ahí que quien la padece se debe sentar sobre un flotador, se deba empelotar y ponerse en cuatro en todas las citas médicas y resumiendo, que se sienta como una mierda.
Dado que la autoestima estaba en el suelo, nuestro acomplejado protagonista solo tenía un sueño, este no era que se le quitara su penosa enfermedad, ya se había resignado a padecerla, sino más bien ahorrar un poco para poderse comprar un flotador ojala de un solo color, o cómo mínimo con batman, lo que fuera, con tal de que no fuera malfalda y el cabrón de guille, cualquier cosa. Estos personajillos estaba minando su autoridad frente a su clientela y estaba acabando con su autoestima con la muy eficiente ayuda de amigos y esposa.
Nuestro amigo prefería enormemente hacer su trabajo de pie que sentado, así se evitaba las burlas y su autoridad no padecía ni por mafalda, ni por hijodeputa de guille. Así pues, ese día para su satisfacción estaba de pie con sus compañeros, pero aunque la situación era mejor para él, no quería decir que su mal humor hubiese cambiado o que su necesidad de dinero rápido (para salir de mafalda y guille) se hubiese evaporado.
Se suponía que debía estar estudiando pero despues de una semana de estudios, en la que sobresalía las siempre sosas presentaciones de inicio de clases, aparecieron unas vacaciones de la nada; las llaman semana santa.
El motoneto para resumir lleva mas o menos cinco meses de vacaciones, así que una semana de más le parecía un poco exagerado, más aun cuando justo acababa de empezar a estudiar; menos le interezaba rezar ya que se caracterisa por lo incredulo y por su odio intenso contra los curas, pero como estas vacaciones son casi obligatorias desde mexico hasta argentina, no le quedó de otra que inventarse un viaje rápido.
El viaje consistía en hacer con la inseparable moto doscientos y pico de kilómetros hasta Gualeguaychú, otro tanto más para Santa Fe y comenzar a devolverse a buenos aires pasando por Rosario a la que le quería dar más tiempo debido a lo poco que se había quedado la última y unica vez que paró.
Fue así, que esa misma mañana el motoneto salió de buenos aires rumbo a la impronunciable Gualeguaychú; la carretera para su satisfacción era provincial de un solo carril y el paisaje el mismo de siempre, un monocultivo de kilometros. Esta vez no llevaba alforjas porque no era necesario llevar tanta cosa y su moto arreglada ya podía andar otra vez a 80 así que podía si no paraba mucho, llegar a la impronunciable antes de almuerzo.
Eran las 11.30 de la mañana y el hombre ya estaba agotado de estar parado, sus ya no tan amigos y compañeros de trabajo al mismo tiempo no podían tener mejor humor; cómo no lo iban a tener si llevaban ya 3 horas burlandose del flotador y haciendo comparaciones bastante subidas de tono entre la capacidad de guille y nuestro atormentado protagonista para efectuar el acto sexual.
Mientras más reían sus compañeros y mas malhumorado estaba, pasó por el puente de enfrente un motoquero (cómo dicen acá) llendo directo hacía a ellos. Pasó lo obvio, lo pararon.
– DNI, Targeta verde y SOAT, pude ser?
– Si claro como no, acá esta el seguro mercosur, la targeta de propiedad y la licencia de conducción.
– Muestreme su pasaporte ya; dijo el malhumorado mientras el motoneto se preguntaba que había pasado con el “puede ser”?
Nada que hacer, los papeles estaban en regla, pero había un problema mayor: El flotador; como iba a hacer para sacarle plata al motoneto si todo lo tenía bien?
– El chaleco?
– Cual chaleco?
– Usted sabe bien que para transitar por las carreteras argentinas se necesita un chaleco.
– No tenía ni idea; hasta ahora no he visto el primero con uno de esos puesto!? Pero igual, acá tengo el chaleco reflectivo colombiano. Se lo pone.
Mientras esto pasaba los compañeros solo atinaban a reirse; el motoneto no entendía porque tanta hilaridad. Ellos empezaron a hacer preguntas bastante raras por decir lo menos. Mucho sexo en el camino? Putas en buenos aires? mientras revisaban y re-revisaban las fechas de ingreso a la argentina del pasaporte para volver a verificar que la fecha de ingreso fuera lo suficientemente lejana para poder acceder a lo que ellos querían; cagarse a su amigo haciendolo compartir el botín y así obligarlo a trabajar más duro por el preciado flotador. Dado que el motoneto no tenía intensiones de usar el único lubricante que facilita y suaviza las relaciones entre victimario y victima, o sea, su billetera, hizo lo que se debe hacer en este tipo de ocasiones: hacerse el bobo; a cada pregunta o no contestaba o respondía con cualquier otra cosa… huumm es que ya llevo 5 meses vianjando… el sur es tan caro…
– Usted entiende español? sabe usted leer? mientras reían ya no del quístico sino del motoneto.
– Voy para gualeiguachu, es que el día está tan boniiito!
– Esas llantas estan cómo gastadas, se les ve el aire; decía el quístico.
– … (Cara de bobo)
Devolvieron papeles, ya no había nada que hacer, uno porque el motoneto tenía todo en regla y dos porque había aplicado la técnica anticorruptos a la perfección. Las reglas son para quien no lo sepa: Primero y muy importante, tener los papeles en regla, siempre aparecerán problemas como el estado de la máquina, el chaleco, etc, cosas que de verdad no son necesarias y serán pasables si se aplica con rigurosidad la regla numero dos y tres: hagase al sol (o lluvia) para que ellos tengan que ir hacía usted, en su actitud demuestre que no tiene ningún inconveniente de quedarse allí por horas. La tercera es imposibilitar cualquier tipo de comunicación; a lo que pregunten responda otra cosa. Con el tiempo, ellos verán que no han podido transmitir sus exigencias económicas, se estarán fritando (o congelando) y se cansarán con solo pensar cuanto tiempo les tomará hacer que el bobo que tienen al frente les pague lo que ellos consideran justo por no joderle la vida.
Las burlas contra el motoneto era ya descaradas, de frente creyendo que no entendía nada; para el motoneto su preocupación no era tanto su dignidad sino más bien como salir de allí ya que, aunque los policias no paraban de reír y de burlarse de él, el quístico seguía merodeando con muy mala cara como evitar la fuga de su victima.
Sin mediar palabra prendió la moto y se fué. Mientras tanto nuestro protagonista histérico fue a reclamarle a sus compañeros y ahora ex-amigos el porqué habían dañado su tan necesitada transacción. La respuesta fue unanime: Risas!
Gualeguaychú es un pueblo pequeño, bonito y muy turístico; el problema era que es turístico cuando hay carnaval (todo los sabados durante febrero y mayo) así que una visita un miercoles y sin festival dejo al motoneto sin mucho para hacer. Igual el pueblo vale la pena la visita, pero creo que se debe hacer con amigos y con ganas de tomar; es un pueblo de farra.
Por la noche se sentó en una terrasa de la costanera a tomarse una cerveza y comerse una milanesa; mientras estaba bastante relajado en tan buen lugar no se imaginaba que en algun lugar de entre rios estaba cierto personaje sentado en un flotador, comiendo soja y renegando con su esposa. Las causantes de la discusión era la soja (quien en esta vida quiere comer soja!), a lo cual su esposa le decía que era para ayudarle con su enfermedad; y causando aun mas reproches, las risas disumualadas de ella cada ves que guille se asomaba entre las piernas, para eso ella no tenía disculpa, solo se reía más. Entre esas risas le aconsejó a modo de burla que porque no se hacía un batido de jalapeños y se sentaba en él, posiblemente secarían y cauterizarían la herida. La respuesta no la transcribimos por el lenguaje utilizado pero la discusión terminó.
La llegada a Santa Fe fue fácil; al motoneto le cobraron el peaje más caro de la argentina por pasar un tunel bajo el rio paraná, no le importó mucho ya que el más caro de argentina seguía siendo más barato que el barato de chile.
Santa Fe es del tamaño de Mendoza; tiene edificios viejos en buen estado de estilo frances e italiano, sobresale también una casona vieja que creo que data de la independencia argentina. La recorre un pasaje peatonal que en esta ocasión es la mismísima San Martín (calle principal en casi todas las ciudades y pueblos argentinos), es bastante ambientada. En un extremo de esta calle queda la zona de la recoleta que se supone es de rumba pero el motoneto para ser sincero no le encontró ninguna gracia. Turisteó toda la tarde, pero como era jueves santo tuvo, por inexistencia de otras ofertas, que almorzar y comer McMaluco, aunque descubrió un producto menos plástico de lo habitual, el McRoulette.
Mientras comía su mcroulette no se imaginaba, y no podía porque lo desconocía y si lo supiera tampoco le hubiese dado alguna importancia, que el quístico había tomado el consejo de su esposa de manera literal. Había esperado a que ella se fuera porque le daba verguenza que ella lo viera sentado con los pantalones abajo en una ponchera plástica llena de jalapeños. Empezó a arder, seguido de alguna senzación de quemadura de algún grado pero como el hombre era muy varón, se aguantó todo de la forma más heroíca posible hasta que rendido por el dolor se tiró a un lado de la pochera, ya no se podia parar, y arrastrandose por su casa con los pantalones abajo y el culo todo untado de jalapaeños llegó hasta el baño, allí en su baño 3en1 pudo sentarse en el inodoro y prender la ducha para poder pasar tan horribles senzaciones. El problema fué, que no pasaron…
Al otro día tuvo que ir a trabajar, sus amigos con razón lo vieron rarísimo, no pedía plata a quienes detenía, estaba igual de mal parado que sentado, no se le podía ni hablar y para mayor preocupación no hablaba mal de su esposa, cosa que era de lo más cotidiano. Su odio estaba tan dirigido a su esposa que ni siquiera era capaz de decir palabra. Así callado decidió que si el motoneto del día anterior volvía a pasar le iba a secuestrar la máquina y si era posible la billetera con targeta de crédito y todo. y si por cosas de la vida este renegaba aunque fuera una simple bobadita lo enviaría sin discusión a la prision más cercana. Porque el odio a su esposa redirigido contra un extraño?, vaya uno a saber, a los cientifícos todavía les falta mucho para comprender el comportamiento humano y sus decisiones.
El motoneto ignorante de planes tan macabros que tenían contra él tomó la ruta para Rosario. Llegó tempranísimo porque la distancia era corta, así que se puso a buscar hostales.
Mientras esto pasaba nuestro quístico no aguantó más. Aceptó que no podía seguir así; pidió permiso y se fue directo donde se doctor. Las tan risueñas enfermeras que siempre lo atendían con toda la amabilidad del caso cuando se encontraba en cuatro esta vez solo atinaban a abrir sus ojos y mirarse entre ellas. Ni lo tocaron, avisaron al doctor y fue éste quien por primera vez se digno a mirar de cerca lo que pasaba con el culo de nuestro protagonista. Pasó la obvia conversación sobre como pudo haber pasado esto, como se le ocurrió sentarse en unos jalapeños, si le dolió, si duele todavía, te voy a tomar una foto con el iphone para el registro (mentiras, derechito para el facebook con todos los amigos médicos y no medicos tagueados), voy a hacer un analisis de laboratorio y ya vengo a decirte que vamos a hacer. Tiempo despues. Hombre, la buena noticia es que ya no tenes el quiste piloneidal; por primera vez en su vida oía al doctor evitar la palabra jodido y la posible cirugía del mes entrante! a pesar de su dolor, sonrió. La mala, continuó el doctor interrumpido por esa sonrisa tan fuera de lugar, es que ya no tenés culo, te pondremos una manguera de pvc donde se supone termina el intestino para que podás seguir con tu vida normal.
Tamaña sorpresa, él no iba a permitir que eso pasara, el no se iba a rendir así como así; las cosas podrían ser de otra manera y pondría todo su empeño para que así fueran.
Y no se pudo; fue aqui y allá, le preguntó a cuanta persona se encontró, internet, google, en fin, por más averiguaciones, posibilidades alternas, segundas opiniones, nada valió, no había un solo hostal con cupo en Rosario, así fue que el motoneto, que sabe aceptar sus derrotas, le tocó dirigirse a Buenos Aires con la cola entre la patas.
Mientras tanto.. un policia volvía a su casa con una manguera entre las patas.
Notícula: Antes de que brinquen me permitiré informarles que hasta ahora no había tenido ningún problema con la policía argentina (con la excepción del hemorroidotico). Normalmente son amables, colaboradores y hasta ahora no había tenido problemas por ser extrangero (además de ser colombiano, siendo la nacionalidad que menos ayuda), es más, tenía una idea para la próxima pasada de frontera: ir con un termo con mate para quedarme con ellos a pasar el rato de lo conversadores y queridos que son, peeero… no falta el hijodeputa.
Costanera de Gualeguaychú
Muelle Gualeguaychú
Centro Santa Fe
Iglesia en Sta Fe
Arquitectura francesa Santa Fe
Edificio de la época de independencia Sta Fe