Después de muchísimas ciudades balcánicas, por fin otra vez, naturaleza, en este caso, lago con montañas de postal.
De Ljubljana, una de mis preferidas, el camino corre hacia Bled, la famosísima ciudad, bueno, pueblo, a orilla del famosísimo lago Bled. Su fama lo precede, porque todo turista que de él fotos saca, le quedan como si postales fuesen; así, lugar generador de orgullos fotográficos por parte de turistas fotosensibles, este lugar famoso es. Yo no voy para allá; vamos es la palabra; desde hace unas ciudades de Croacia voy acompañado por Franziska, de ascendencia eslovena… y uno en Eslovenia! En fin, ella, que esta zona la conoce muy bien, recomienda no ir a Bled, corazón turístico de los Alpes Julianos, Julijske Alpe, en Esloveno, que, aunque nombre raro tengan, son los mismos Alpes de Francia, Italia, Suiza y Austria, lo que uno no sabe es que una parte muere en Eslovenia y entre estas montañas, los lagos que vamos a visitar están. La recomendación de ella es ir al Lago Bohinj, mucho menos turístico y mucho mas encerrado entre montañas, mas naturaleza y menos “atracciones”. Por estos lados no han pasado batallas épicas ni cambios tan drásticos como en el resto de los países ex yugoslavos, si, es este mi último destino en tierras Yugoslavas y para hacer un recuento histórico, fue parte de la provincia romana de Noricum, que después de los francos vino a ser parte de los Habsburgo, o séase, de Austria. Formó parte del imperio sacro germano, después del imperio austriaco, terminando sus días históricos en Yugoslavia, y ahora, Eslovenia. Acá no hablan idiomas raros, si para uno el esloveno no es raro, pero, así para información general, el esloveno es un idioma eslavo mas cercano al Búlgaro y Macedonio que al Serbio, siendo todos ellos bastante cercanos con palabras y gramática más o menos parecidas. Dicho todo esto, volvamos al lago en el cual ni siquiera nos hemos metido, cosa que no ha pasado ni pasará, sus aguas son heladas porque como las montañas que lo rodean se llaman Alpes, podremos figurarnos sin sobrecalentar nuestras neuronas, que el agua es fría y, si el motoneto, o sea yo, casi que ni se podía meter en las aguas brasileñas, ahora acá, ni siquiera lo he intentado.
Hay un bosque lo mas de titino que bordea al lago Bohinj. Unos caminitos pasan por el bosque y son los que uno debe usar para moverse en la zona. Si se está en modo perezoso se puede usar el turibote, en esloveno, turistična ladja que, como es cobrado en euros, solo será usado en situaciones de cansancio extremo. El paseo consiste en salir de Ribčev Laz para Ukanc, al otro lado del lago y de allí subir a una cascada de nombre Slap Savica (savizza). Para el otro lado (norte) se puede ir a Stara Fužina y caminar por otro cañón con un río metido en un hueco hondísimo y llegar a otras cascadas, primero pasando por unos claros donde si se tiene la paciencia adecuada, se podrá ver a Heidi y Lassie jugando en las praderas. Se puede también alquilar unas bicicletas y montar hasta Bled y ver el idílico lago. No lo hemos hecho porque la lluvia no nos ha dejado. Cómo comentario urbanístico se puede afirmar que los pueblos pueden ser descritos como minúsculos, con arquitectura alpina bastante bonita. Al ser este mi último destino de Eslovenia, dejo constancia que vale realmente le pena visitarla. Al ser este, mi último destino en la ex Yugoslavia, dejo constancia mi pesar por tener que dejarla; todos los países que conforman el que alguna vez fue, hay que visitarlos alguna vez en la vida. Quedó faltando Macedonia; tendré que volver.
Postal lago Bohinj
Dos cisnes, animalejos muy comunes en europa pero inexistentes acá. Para información para quienes los ven muy bonitos, su dieta está basada en popó.
La iglesia de San Juán Bautista con el puente sobre el rio que sale del lago
La tétrica cabeza de Juán
El muelle de Bohinj
Vista desde Ribcev Laz hacia Ukanc
Vista desde Ukanc hacia Ribcev Laz
Casa en un claro cerca a Ukanc
Ukanc (ucantz)
Cascada del río (arroyo) Savica (savizza)
La quebrada que de hecho llaman río Savica
Slap Savica, cascada Savica
Vista desde la montaña de la cascada
Pantanos en Ukanc
Casitas idílicas
Pinos y montañas alpinas
Casas de madera negra
Stara Fužina y el río que pasa por el lado, Mostnica
El Mostnica 20 metros abajo
Bosque en el cañón del Mostnica
Núnca les había puesto una foto de un Gulash después de haber comido tantos
Aviso en esloveno que hasta el motoneto entendió, aquí dice “Restaurante”
Vista de los alpes Julianos