Entrar al museo nacional albanés en Tirana es toda una maravilla. Albania, por estar en esa posición de los Balcanes, justo al norte de Grecia y justo al sur de la Dalmacia, ha sido siempre un punto importante de comunicación para toda potencia invasora (que por esta zona muchas han pasado: griegos, romanos, bizantinos, venecianos, otomanos, solo los mongoles por aquí no arrasaron, el imperio austro húngaros, serbia por los laditos, Grecia otra vez, Italia, la unión soviética, en fin…) Su ubicación estratégica se debe a las montañas ahora llamadas Balcanes, hace no más de doscientos añitos eran conocidas como Haemus. He tenido que volver a leer mi libro sobre los Balcanes para traerles ese nombre; me han prohibido el uso de Wikipedia para este blog, dizque lo vuelve más aburrido, así que toda historia será la que yo me sepa (o más bien, crea saber) y los nombres que me acuerde; dicho esto, los Balcanes de hecho eran (y siguen siendo) las montañas de Bulgaria. Lo que importa acá y eso lo verán en las fotos de Valbonë dentro de diez días, es que en el interior de los Balcanes (los Alpes Dináricos) imposible era la conquista, así que todos estos invasores tenían que contentarse con la costa, es decir la parte plana albanesa, sitio donde en algún momento se acentuaron los Ilirios. Si se pregunta a un albanés sobre Albania lo primero que dirá inflando pecho será su pasado ilirio, de hecho, según ellos, son los únicos, y subrayo únicos, descendientes directos de los ilirios, la madre de todas las civilizaciones. Lo segundo que dirán, es lo orgullosos que se sienten de ser la patria de la madre Teresa de Calcuta. Ahora bien, una vez pagada la boleta y entrado al museo de la capital, se encontrará en modo cronológico toda la historia del país empezando obviamente por los Ilirios. El presupuesto del museo al ser el país tan pobre se refleja en los avisos explicativos de las poquitas cosas que les han quedado de su pasado que no fueron robadas por los invasores (también hay que tener en cuenta que aunque era zona de paso obligatorio, Albania nunca ha sido importante, así que ruinas magnificas no se encontrarán) Estos avisos son unas especies de carteleras de colegio con, en teoría, explicaciones en albanés e inglés de todo objeto de interés. De verdad solo el 10% tiene su explicación en inglés, el 60% en albanés y el restante 40 se debe interpretar a gusto del observador. Si este bien observa, verá que parte de los monumentos históricos son hechos en espuma de poliuretano o concreto, algunos dicen que son réplicas, otros los pasan como originales.
Por alguna razón se les olvida poner la parte bizantina, es así como pasan de Ilirios a Griegos, después romanos, se saltan Bizancio, vaya uno a saber que no les gustó, siguen con los Otomanos y de allí directico a la independencia, saltándose esta vez la dictadura y omitiendo también el presente (la transición de república comunista a capitalista semi-democrática).
Es precisamente acá donde los colombianos quedan más que identificados con los albaneses, si una parte de la historia no les gusta, pues la desaparecen. Preguntarle a un albanés por su dictador es cosa imposible:
Pregunta, cómo fue la vida de ustedes durante esa época?
Respuesta, ahhh, mirá, allí hay una vista súper linda de la ciudad, no querés subir?
Discusión terminada.
El dictador y sus locuras son tabú, es muy difícil para un turista no preguntar por ellas, cuando dentro de la ciudad se ven bunkers, nidos de metralletas y hasta un barrio exclusivo para la elite gobernante donde los ciudadanos no podían entrar, ahora al igual que antes, es el barrio VIP y tiene los pubs mas caros y exclusivos de la ciudad (son baratísimos!!!)
Hagamos el símil
En un país muy lejano, vivió un loco que tenía como negocio la venta al por mayor de harina. Negocio que lo volvió rico, pero se ganó muchos enemigos. Sus compradores de arriba decidieron que ese tipo de harina debía ser perseguida con todo el rigor del caso (aunque le seguían comprando por debajito), obligando quienes vivían en el mismo país del loco a perseguirlo. El loco como era loco, para matar a sus enemigos, asesinaba a todo el que estuviera medianamente cerca. Su arma preferida eran las bombas, ojalá bien grandes. Aviones, plazas de toros, edificios, carros, en fin, todo lo que pudo ser explotado, explotó. Todo cuerpo que estuviera en el radio de esas explosiones en átomos voló, y si por acaso bien de malas era de vivo seguir, desmechadito quedó.
Este loco en ese país lejano, es mas innombrable que Voldemort, esta es la razón por la cual un turista en la ex ciudad mas peligrosa del mundo, (con toda la curiosidad que eso conlleva) preguntar por Pablo Escobar es cosa imposible:
Pregunta, Ve, y como era la vida de ustedes durante la época de las bombas?
Respuesta, No querés fresas con crema, allí están vendiendo!
Pregunta insistente, No les daba miedo salir a la calle, o como es que hacían para sobrevivir.
Respuesta indignada, Eso fue hace veinte años, la ciudad ya no es así, querés la fresas con crema o no? Gringo desagradecido, si no le gusta porque no se va?
La discusión termina con el turista comiendo forzadamente fresas con crema, sonriendo y diciendo que está en la ciudad mas maravillosa que el planeta haya jamás creado, y si no fuera por las obligaciones que su aburrido país le demandan, en ella toda su vida quisiera pasar.
En otra cosa que se parecen los albaneses a los colombianos, es en su mala autoestima nacional. Ambos han sido considerados parias mundiales, la gente va con miedo a sus países, ellos no pueden ir a los países de esa gente que los visita y ambos, de cierto modo se sienten apocados frente a los demás. Extrañamente ambos países son de los mas amables para los turistas, pues al tener tan pocos, los tratan como si fueran de la familia.
Al parecer puedo dejar una mala imagen de Albania, pero no. Si tuviera la oportunidad hoy mismo volvería a ese país, incluso entraría al museo nacional. Algo tiene la ciudad que hace que a uno le guste aunque a primera vista nada grandioso parezca.
Los albaneses son queridísimos y peligro no pasará, es mas, son tan honestos que uno abre la billetera para que ellos mismos saquen la plata para pagarse (porque el albanés, aunque mas comprensible que el magyar, sigue siendo una lengua extrañísima) después se preguntará si ha sido tumbado o no, y resulta que ni un solo Lek se ha perdido. Y eso que todos los carros que recorren Tirana son robados! se reconocen por ser solo de alta gama y extrañamente con timón a ambos lados, según el país donde se robó.
Si quieren ver como es la ciudad, aunque sean unos pocos puntos de ella, les recomiendo que entren a los panorámicos 360, ahí está el estadio, un ovni museo del dictador, nido de metralleta en medio de la ciudad y otros punticos más.
Vista de Tirana desde el monte Dajti
La piramide-museo del dictador: Enver Hoxha
Fachada del museo del dictador: Enver Hoxha
Nido de metralleta en medio de la ciudad mas un pedazo del muro de Berlín que vaya uno a saber por que está ahí.
McDonalds albanés: Kolonat
Textura del museo
Techo a mezquita de Tirana, Ethem Bey
Detallito de la mezquita
Balcón de Ethem Bey
Pinturas de las paredes
Puente Ura e Tabakëve
Rruga Murat Toptani