Estaban todos sentados alrededor de la mesa; solo se veían sonrrisas y no era para menos, el día del cumpleaños se celebra, y el de él se celebraba ese día y como todo el mundo sabe, los cumpleaños se celebran con los amigos haciendo alguna reunion o fiesta.
A la torta no le cabía una velita más; es que él tenía muchos años pero por problemas laborales, familiares y … en fin, por la cantidad de problemas que se presentaban en su medio social, su aniversario no se celebraba todos lo años, así que esta vez aprovecharon para hacer una fiesta como debe ser.
La mesa y los invitados estaban en alguna sala del olimpo y quienes estaban presentes eran obviamente los dioses, titanes y en general todos los superpersonajes de la mitología griega; quien cumplía años era nada más y nada menos que Eolo, el dios de los vientos y quien sabe de que más cosas.
Llegó el momento esperado, cuando se canta el happy birthday y se prenden las velitas, así que todos muy entonados empezaron a cantar, al final de la canción nunca se supo hasta que año debía cumplir el resto de sus años, ya que los más viejitos los auguraban hasta el mil, quienes lo cantaban sin pensar llegaban al 2000 y hubo uno que otro que le atinó al nuevo milenio y se los auguró hasta el 3000, pero eso realmente no importaba; lo que todos querían era que Eolo pidiera su deseo y apagara las velitas. Cómo se debe hacer Eolo sopló duro y todas las velas se apagaron. No sabía nadie que el gracioso de zeus había puesto de esas velitas que se vuelven a prender, y cómo ya se había dicho el cumpleañero estaba cumpliendo muchos años, así que la fogata sobre el pastel se volvió a prender y acto seguido el agasajado volvió a soplar, pero la velas se volvían a prender y él volvía a soplar… en fin, así pasaron muchas horas.
Los dioses griegos son super bacanos, siempre estan ocupados cometiendo fraticidios, amputaciones de miembros de las formas más creativas, padres matando hijos, hijos matando padres, tramando las venganzas más extrañas, en fin, estan tan ocupados con sus problemas cotidianos procurando complicarlos más que en terminos generales no joden a quienes están en la tierra y si por cosas de la vida se ponen bravos, su humor es fácilmente comprable con una hecatombe o algún sacrificio de otro animal, ellos no son tan vengativos como nuestro dios catolico y no tienen problemas tan notorios de egocentrismo obligando a su gente a adorarlos y pensar en ellos todo el tiempo, todo lo contrario, se pasan su tiempo peleando entre ellos por cuestiones mundanas y si acaso se necesita algo de ellos siempre habrá algún dios que aunque no sea su función ayude para que las cosas se den.
El problema en esta ocasión es que estaban todos, pero cuando digo todos, es todos reunidos en el olimpo celebrando el cumple de eolo y como esta ocasión invitaron a baco estaban un tolín prendiditos y no se daban cuenta de las consecuencias de su celebracion. Aunque ellos se preocupan por sus cosas y poco por los humanos, al ser dioses sus acciones tienen consecuencias en la tierra. La consecuancia en este día no era nada más que como eolo soplaba y soplaba tratando de apagar las putas velas que nunca se apagaban pues en algún lugar del mundo, muy cerca al estrecho de magallanes un motoneto iba de lado a lado sarandeado por lo ventarrones preguntandose cuando se iba a apagar el ventilador.
Teoricamente el viento iba de sur a norte, o sea, en la cola, pero no se sabe si por la cercanía al polo, la desaparición de los andes, o la celebración de esos irresponsables el viento aparecía por todas las direcciónes obligando al heroe de esta historia (vean como subió de status de un día para el otro!) a conducir su motico de plástico completamente torcido según la dirección del viento.
La celebración del cumpleaños empezó hace dos días. Se protagonizó un déjà vu: motoneto tomando una foto y moto rebotando por el lado a causa del viento. El daño: el mismo. Si con la primera caída el filtro se había empapado de aceite; si con la segunda se había llenado de pantano, agua y aceite, pues con esta tercera ya si murió. El consumo de gasolina se subió a las nubes y por poco no se llega.
En vez de busacr hostal como lo haría cualquier mochilero recien llegado a una ciudad, se llegó a buscar donde cambiar aceite y a buscar filtro de aire para carros; todo se consiguió relativamente fácil y una vez se encontró hostal, proceder a armar uno a la brava que al parecer quedó bien.
Mañana se pasa el estrecho de magallanes ya que los horarios de ferry no dejan quedarme el día que quería estar acá, igual de la ciudad les cuento que aunque parezca increible es parecida a iquique, obviamente mientras allá estan en pantaloneta y chanclas acá todos estan muy bien abrigaditos pero las dos ciudades tienen el msmo aire. Es bonita pero no tiene muchas atracciónes aparte de unos pinguinos que no podré ver.
Mientras tanto y al parecer mañana tambien eolo seguirá tratando de apagar las velitas que siempre vuelven a prenderse.
No se sabe si esto es el atlantico o el pacifico pero igual… la moto llegó
Mas o menos así es punta arenas
Crucero y muelle abandonado a los pajaros
Otro muelle diferente