Hubo una época en que suiza era pobre, si señores, aunque no lo crean este país alguna vez conoció la miseria y la pobreza, sin embargo, débiles económicamente, nunca fueron conquistados. En teoría, partes del país pertenecían a los Habsburgo, de hecho ellos venían de aquí, lo importante del caso es que como era pobre, los Habsburgo prefirieron Viena y su corte, a los lindos montes con cabras y campesinos. Estos campesinos guardaban los pasos que comunicaban Italia con las ciudades de Baden Wuttemberg y Bavaria, también separaban Austria de Francia, es por eso que durante bastantes intentos, los Habsburgo y los franceses quisieran estas tierras para ellos. Las amenazas hicieron que las ciudades estado se unificaran debido a su reconocida debilidad. Junto a ellas, estaban los cantones alpinos de Uri, el mismo de los crucigramas, Schwys, el que le dio el nombre al país y otros más, que aparte de lindos paisajes nada tenían, bueno, los pasos montañosos que tanto franceses como austriacos querían.
En la época caballeresca, los caballeros solían ir en su caballo rodeado por siervos que a la hora de la batalla preparaban el equipamiento que el noble caballero necesitaba para batirse; en esos tiempos eran los caballeros quienes valían para la guerra, no unos campesinos, estos solo servían para servir al noble, valga la redundancia. Sin embargo los habitantes de lo que hoy es la suiza, se caracterizaban por no tener nobles, sus nobles eran de verdad ricos comerciantes sin mucha aptitud para la guerra. Eran sus campesinos los que luchaban; ellos, al no conocer, o por lo menos, al no importarles los protocolos caballerescos de lucha, hacían de los suizos lo que podríamos llamar, unos sucios, guerra de guerrillas contra románticos caballeros montados. Se puede suponer que obviamente los suizos terminaron ganando estas batallas y con ellas, un aura de invencibles. Aura que sirvió como barrera invisible para proteger lo que hoy es el territorio suizo (junto a la nada atrayente pobreza de sus campos).
Pues bien, los suizos, buenos negociantes que son, se dieron cuenta que tenían un producto excelente de exportación, mercenarios, de eso aunque no me crean, vivieron durante bastantes años, siendo la verdadera fuente de dinero en el empobrecido campo alpino. Se vendían al mejor postor y hubo muchos casos en que los suizos combatían en ambas partes de la contienda, hasta que alguna vez, en una batalla, se mataron tanto entre ellos, que en casa pusieron cuotas y reglamentos, de esos que los suizos hacen tan bien, limitando sus mercenarios en el exterior. En fin, lo que importa aquí es que estos personajes eran unos matones tan sucios, que el rey de Francia encantado los contrató como su guardia personal. Ellos a partir del… no tengo idea, hace mucho tiempo, fueron los guardaespaldas del más poderoso rey de Europa. También el vaticano, ciudad estado detentora de jefes cuya maldad infinita los obligaban a protegerse de los enemigos, de sus aliados y de sí mismos, también los contrataron como ejercito defensor, aun se ven con sus ridículos trajes diseñados por Leonardo da Vinci, parados con sus trucitas y sus bombachos justo a la entrada de la Piazza di San Pietro.
Pues bien, pasó el tiempo y ellos siguieron con su trabajo de guardaespaldas, los papas siguieron con sus conjuras y complots y los reyes de Francia siguieron siendo reyes de Francia, trabajo dificultoso que requería arruinar a los campesinos para poder alimentar a la corte parasitaria en el lindo palacio de Versailles. Un día, cuando el pueblo francés se hartó de su rey y este por ventura era débil, decidieron sin más ni más, hacer una revolución, guillotinaron al rey, también a María Antonieta, antes de ellos, cientos, después de ellos, millares. Pasaron de un parasito que los esquilmaba para pagar su lujosa vida, para unos locos que se guillotinaban entre ellos para terminar, por fin, con un megalómano que los sacrificó en guerras de conquista que a nada llegaron. Pero eso de verdad poco importa, lo realmente importante fue que en el Palais des Tuilleries, donde se encontraba la residencia del rey y era cuidado por la guardia suiza, fue atacado sin misericordia y la guardia suiza masacrada, fuera peleando o cuando se rendían. Mataron a unos setecientos, cifra bastante difícil de digerir para un país con tan pocos habitantes como la suiza. Los historiadores hablan sobre todo lo acontecido en Francia y nunca mencionan lo que en otros lugares pensaban, eso es obvio, la revolución francesa y su posterior Napoleón son increíbles imanes que atraen toda la atención del mundo, excepto claro está, la de sus víctimas colaterales, en este caso los suizos, quienes pusieron una cuota grande de muertos que nadie atendió. Ellos si; después de llorarlos decidieron hacer un monumento para los caídos, en Luzern en una roca, algún artista famoso que no me sé el nombre, ni lo buscaré en Wikipedia, hizo un leoncito lo mas de bacano con los símbolos de la monarquía francesa a su lado. Un lindo monumento a unos mercenarios que murieron por otro rey pero que al menos quedan con el consuelo que este rey también al otro mundo voló y que además ellos quedaron con un lindo leoncito recordándolos y el tal Luis, nada… además, de ñapa, el león, de nombre Löwendenkmal, (Löwen, león, denk, pensar, mal, vez… el león del recuerdo o algo así) fue ubicado en una roca ubicada en una linda ciudad suiza, con lago y alpes nevados de fondo y con arquitectura local, es decir, lindo león en ciudad de postal.
Si quieren saber de la ciudad, visítenla, si no pueden o no quieren, la pueden ver en los PANORÁMICOS que todavía sigo haciendo por satisfacción personal, porque ustedes nunca se METEN! Así que háganme el favor y hagan click en la foto que dice Hagan Click, entendieron!
Lindas fachadas pintadas
Típica torre suiza
Otra fachada linda
Aquitectura moderna no ta bonita mirando al lago
Orilla del lago y rambla para recorrerla
Lo que les dije, lago y nevados, lago es el Vierwaldstättersee (lago de los cuatro estados boscosos)
Vista desde la ciudad
El monte pilatus
La muralla y una torre
Vista desde la torre
Una represita para generar elctricidad
Kapellbrucke, el puente capilla con pinturas por dentro
Kapellbrücke y muralla al fondo
Lo que parece ser un daño
Culo celulítico de un niño-bebé-angedesalado
La farmacia más vieja que se podrá encontrar
El kapellbrücke desde otra perspectiva
Puete peatonal
Una cloaca submarina
Torre y parqueadero de bicicletas
Playa, lago y nevados
Vista de la ciudad antigua y el puerto
El puerto
Un corazonciiiito!
Un avión rodeado por cinco botiquines!