Todo sucedió una mañana, esa, la mañana fatidica en que su esposa, la desgraciada, hizo lo que nunca debió hacer: un omelete! ya lo había advertido él muchas veces, nunca me des nada que tenga huevo porque se me alborotan la hemorroides, está claro? Ella siempre sumisa y callada (mirada de boba decia el) afirmó con la cabeza mientras pensaba en la compras que debía hacer ese mismo día en la tarde.
Pasaron 6 días y los desayunos estaban de acuerdo a las directrices del marido, quien hacía de megafono a las instrucciones que le daba su amigo de oficina quien ya había sufrido tan penosa enfermedad.
Pero llegó ese día, el septimo, cuando dios dijo, hagase la luz, ella sin entender hizo un omelete; para ser sinceros, lo hizo con la mejor de la intenciones: mejorar la relación con su marido, ya que despues de los hechos de ese otro trágico día en el que esposa y esposo quedaron dudando. La rección no se hizo esperar; gritos, pataletas, show; ella ya estaba acostumbrada, pero esta vez, siendo de lo más inusual respondió a su marido con una dureza que a ella misma la sorprendió; más aún por tratar el tema tabu entre ambos, que no era nada mas y nada menos que ese otro trágico día generador de dudas… Que a usted le arda el culo no tiene nada que ver con el omelete, confiese más bien que era lo que estaba haciendo con el parroco el mes pasado, o es que me va a decir que lo estaban bendiciendo por detras?
La respuesta y reccion queridos lectores, con un gran pesar no serán escritas, ya que por lo insolito, violento y divertido podrían ser censurados por algún futuro editor debido a que podría proceder a futuras demandas penales para el autor por incitacion a la violencia y discriminación de genero.
Lo que pasó despues fue lo que le ocurre a todo profesional en un día laborable: tuvo que ir a trabajar; así que mientras saludaba a sus colegas de oficina miraba la silla más rugosa de todas para poder sentarse y rascarse al mismo tiempo; lamentablemente el cabrón de jose (nombre que utilizamos para proteger su identidad) había tomado ya la silla que cumplía mejor estos requisitos.
Mientras todo esto sucedía, en una carretera cuyo nombre no recuerdo ya, iba un motoneto feliz y deslumbrado con el paisaje, parando bastante seguido, porque aunque había salido relativamente tarde, sabía por su preparación del día anterior que el trayecto no era largo y por experiencias previas tambien sabia que el tramite fronterizo era rápido.
Cómo era domingo, la oficina estaba abarrotada, no podía dejar de trabajar cuando su mente y su culo solo pedian un tiempo de descancito para poderse ir al baño o algún recinto cerrado para poderse rascar con toda confianza y si tenía el tiempo suficiente, volarse un rato e ir a una farmacia a comprarse una cremita para palear semejante tortura.
Pasaron así dos horas más, cuando llegó la oportunidad que él tanto esperaba, no fue en forma de luz divina, ni en una súbita evaporación de la clientela; más bien dentro de ella, y siendo el próximo en linea, apareció el milagro en forma humana, con un casco rayado, tres capas entre sueters y chaquetas y pasaporte colombiano en mano.
– Buenas! acá está el pasaporte y los papeles que me dieron en chile, ah yo vengo moto, por si se necesita llenar algun papel más.
– Usted para donde va?
– Ahh ve, aqui está otro papel que tengo
– Yo le pregunto para donde va y usted no me dice nada!
– piiiiiiiii (no responde, hace cara de bobo mientras se pregunta ¿a este man que le pasó?
la respuesta no se la dieron, se lo tuvo que figurar despues, pero para acortar el relato, el policia hizo un show de autoridad, como los que suelen hacer cuando se encuentran en una situación incomoda, cuando no entienden algo o cuando tienen la autoestima bajita. El objetivo era fácil: un extrangero, la situación incomoda era obvia: le picaba el culo y necesitaba pararse para cambiar de posicion.
– Conque no tiene los papeles??
Despachó al motoneto colombiano de vuelta a chile, pero como este personaje ya había pasado dos fronteras argentinas y había pasado mes y medio en buenos aires y en los retenes que había pasado nunca le había pedido el susodicho papel; volvió a entrar al complejo fronteriso a preguntarle a otro funcionario con mejor humor y disposición que mierdas estaba pasando.
Un segundo despues; el oficial, herido en su orgullo y haciendo gala de su autoridad (sea lo que eso signifique) sacó al motoneto de la fila le pidió el pasaporte, matricula y pase con los modales que puede presentar un personaje de esa ralea y en esas circunstancias (acordarse de su enfermedad anal) y por haber cometido el error de no creer en la sagrada palabra de un oficial malhumorado procedió a escribir un acta. y que se supone que es eso?, ni idea, pero si eso lo hace feliz, pues que lo haga. Solo se le respondió con monosilavos, para que el ánimo policial no se agitara demasiado (recordar que los policias son demasiado suseptibles a cualquier frase que ellos tomen como ofensiva a su posicion dentro de la sociedad).
Para cerrar el telón, el show fue concluído con el acompañamiento al motoneto por el oficial con la advertencía de jamas volver a parquear en ese lugar su moto y con la promesa de abandonar inmediatamente suelo argentino.
Y así pasó. Terminé otra vez en chile (volviendo a hacer papeleo de entrada en la frontera chilena) por culpa de un hijodeputa con problemas sexuales y con unas hemorroides las berracas.
Como recomendación a los futuros viajeros: NUNCA PASEN UNA FRONTERA UN DOMINGO!, porque si hay problemas, nunca habrá nada abierto para solucionarlos. Terminé en Pucón durmiendo y esperando que mañana con todo abierto se pueda comprar el dichoso papel.
Igualito a Llanogrande
Subida a los andes
Paisaje en el camino
Y se volvió trocha
Con lagos a los lados
Y nevados por los lados
Apenas encontre tu bitacora, y eso por unas fotos que veia en Flickr. Me gustan los viajes en moto. E estado leyendo algo de tu bitacora, esta MUY interesante tu viaje. Que pena que por “policias” como estos que te tocarón tengas que retrasar tu viaje, Estare pendiente de los coemtarios de tu viaje. Saludos desde México
Gracias por leer el blog! En un viaje de estos es inevitable encontrarse con policias, pero si uno no se deja amargar la vida, no es un inconveniente grave
Te estabas demorando en narrar las peripecias en los puestos fronterizos….es lo que siempre leo en los blogs….la autoridad se hace sentir y más los domingos…jajaja.
Uno de mis temores se hará realidad pronto…hacer fila en estas compuertas al infierno…precio a pagar por ser motociclista. Gracias por los relatos.