Pamukkale

Llegar a Pamukkale es todo un problema. Queda lejos de todo lo turístico. Posiblemente la forma más fácil para acceder a esta montaña es desde Izmir. Pero como quien narra esto, en la Kapadokya del triste Globito se encontraba, su ruta sería por el camino más lento e incómodo posible: bus nocturno. Quienes alguna vez hayan montado en uno sabrán lo poco que se duerme y lo mucho que se sufre, todo esto siempre sazonado por gélidas temperaturas, que por algún extraño fenómeno, solo en los buses nocturnos se pueden lograr.

Dos meses antes el director de la agencia turística mas importante de Pamukkale, después de leer el último y más novedoso libro de algún gringo que se hace llamar experto en marketing, decidió tal cual el libro lo describía en el capítulo cinco, que lo mejor sería arrebatarle los clientes a su inmediato competidor para así ampliar la base consumidora de su portafolio de servicios. Portafolio, que ya lo verán en los panorámicos y fotos, se compone de Hierápolis y Pamukkale, la necrópolis griega y la montaña de algodón.

La novedosa técnica para lograr ampliar sus clientes en detrimento de inmediato competidor, era simple y llanamente robándolos. No hablamos aquí de algún secuestro extorsivo con una obligatoria caminada por los sitios turísticos antes de la liberación, no. En este caso el robo era más bien una treta, en la cual, la principal agencia turística se hacía ante los clientes de inmediato competidor como si fuese este mismo, así, montados en la van de la empresa y alejados de la zona de encuentro, competidor extrañamente encontraba que sus clientes habían desaparecido. Obviamente en algún momento se habrá dado cuenta de esta rastrera treta, y desde ese mismo día se oficializó lo que en términos elegantes se llama guerra comercial.

Aunque el recuerdo es sobre lo horrible que fue montar en ese bus, dos veces habrá parado en restaurantes de carretera para que la clientela estirara. A las cinco de la mañana el bus hace una parada a las afueras de Pamukkale y todos las personas con pinta de turistas ahí se bajan, obviamente, motoneto y acompañantes van en ese combo que rápidamente son montados en dos vanes y al pueblo de Pamukkale llegan. Pasan unas listas y en ellas no están muchos de los presentes, no se preocupen, a las siete de la mañana contactaremos sus agencias. Mientras tanto se quedan en este restaurante que tenemos wifi para ustedes. Debemos dormir en unos sofás ubicados en el segundo piso del restaurante, tiritando de frío hasta que llegan las siete. Abajo, la cantidad de turistas sin agencia se reducen a tal número que solo quedan el motoneto y su familia, mmm no podemos contactar a su agencia, porque no van a este otro hotel y allí pueden descansar y tomar el desayuno mientras llega la hora del tour? Vamos, resulta ser un chiquero, la mujer nos quiere cobrar el baño y el desayuno. No queremos, pagamos mucho y eso está bastante regular, mejor daremos una vuelta al pueblo.

Caminando por el pueblo, ese trío abandonado es interrumpido por un hombre, es usted Luciano, de Suramérica? Si? Responde el interesado con duda, Llevo tres horas buscándolos, móntense en mi carro que los espera un cuarto de hotel para que duerman un poco y tomen un desayuno gratis. Es así como terminamos en un hotelito con piscina y todo comiendo un buen desayuno y durmiendo alguito antes de salir para nuestro destino.

La moraleja del asunto, que no está ni en ninguno de los capítulos del libro del genio de mercadeo gringo es que, la estrategia que utilices puede ser también utilizada en tu contra, es así como inmediato competidor trató de robarse a un colombiano y su familia a la agencia principal del pueblo.

En otras noticias, el portafolio de servicios únicamente está compuesto por la necrópolis de Hierápolis y por la montaña de algodón de Pamukkale, son en sí la misma montaña; en una parte unas ruinas griegas, y en la otra, unos termales con exceso de calcio donde los griegos platudos pasaban sus vacaciones. Llega uno ahí, después de una hora de caminada se pregunta, y todas las incomodidades para venir solo para ver esto? Mejor vamos abajo y comámonos un helado.

El sitio es bonito pero no vale la pena lo que se paga y sufre para llegar allí.

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Fotos necrópolis de Hierápolis

Fotos de las termas de Hierápolis o montaña de algodón

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