Lo que se hizo fue un loop grande para conocer Valparaíso y su anexa viña del mar y para pasar por la zona aguacatera de Quillota que quedaba justo para devolverme.
Como para renegar de una vez y después describir con calma la ciudades diré que es verdaderamente desesperante todo lo que hay que pagar acá para moverse: desde el ticket para poderse mover por Santiago (10us dia!!!) hasta los peajes de 1us (y son muchos) hasta para encontrar parqueadero, ya que acá todas las cuadras estas concesionadas, todos los caminos también, todo, por todo hay que pagar y siempre unos precios que si los ponen en Europa allá habría revolución… ya se entiende porque los estudiantes se mantienen peleando acá (y ojala sigan…) Ahora, si Chile es el modelo económico que Colombia quiere emular, pues en ese caso vamos a ir por el lado equivocado y nos buscaremos más problemas de los que ya tenemos.
Habiendo renegado ya, empiezo: La vía es toda una doble calzada, aburrida como todas ellas, pero metiéndose entre unas montañitas medio desérticas pero con un frío bravo (había hasta neblina) y a los 120km de haber salido llegué a Guayaquil!, no es mentira; Valparaíso es igualitica a la ciudad ecuatoriana, edificios viejos decadentes, desorden absoluto en las calles (afortunadamente acá pitan poco) y hace frío, la ciudad para resumirlo es muy fea (al igual que la ecuatoriana) pero tiene todo lo que no tiene Santiago (vida, carácter, emoción …). La ciudad consiste en una zona plana con los edificios de los 40 al los 60 completamente decadentes y los cerros que (solo hay dos recomendados que de verdad es uno) se llaman concepción y alegre que tienen casas como las de caminito, sin ninguna gracia a no ser por los grafitis, el resto de los cerros son unas comunas o favelas bastante regulares y nada recomendadas para visitar.
Como ya he dicho, la ciudad es fea, muy fea, pero sus grafitis son quienes le dan la vida (al menos estéticamente) porque no son grafitis sino más bien arte urbano muy bien logrado a mi parecer (algo como lo que ya les había mencionado de Iquique), solo por ir a ver los grafitis se puede hacer el tour de la ciudad y verla con otros ojos; además de esto, es una ciudad medio bohemia, medio artística, medio caótica; para resumirlo otra vez, tiene una personalidad fuerte pero entradora.
De ahí salí hacía viña para almorzar allá y conocerla, no le gasten tiempo, no vale en lo absoluto la pena (si van a hacer el viaje, que sea para Valparaíso no para viña). Vi un restaurantico bueno (no quería comer comida rápida) y me pedí con todas las ganas del mundo unos camarones apanados y una cerveza fina chilena. Fiasco! La cerveza carísima (cuando vi el precio pensé que me iban a dar un litro o algo así) resultó ser una botellita minúscula, de muy buen sabor eso si. Los camarones si fue un autentico robo: 8 camaroncitos y una torre de papa frita (si nos atenemos que valían 25us se entenderá porque estaba tan defraudado si este iba a ser mi plato calidoso de la semana), al final completamente lleno de papitas pase para el baño y quedo patente que no era el único tumbado, todos tenían una porción minúscula de lo que pidieron y una montaña de papitas.
Acá en Chile gusta mucho lo gringo, por eso los restaurantes buenos son franquicias de negocios gringos. Para no alargar la cosa, mañana me iré al barrio de los restaurantes y me comeré lo más caro (y bueno, como no) que encuentre para sacarme el clavo.
Se terminó de dar la vuelta rápida por viña y salí rumbo a Quillota que es donde hay cultivos de aguacates (causantes de una incalculable frustración y casi – sin exagerar – quienes me indujeron a hacer este viaje). A los cultivos no entré, solo los veía desde las cercas pero con lo que se ve basta para saber más o menos que tipo de técnicas usan para cultivarlos.
Llegué a Santiago sin gasolina y no me varé por los pelos.
Olivar en el camino
Un allende no muy querido
No es un poster, está pintado en la pared
Sistema de transporte del siglo XXI
Valparaíso
Plaza de Armas de Valparaíso
Puerto Valparaíso
Playa en Viña del mar